El candidato a la investidura aplazada, Puigdemont, ha decidido grabar un vídeo en las redes sociales en el que pone de manifiesto su intención de atender al "mandato que decidieron dar los ciudadanos catalanas en las elecciones del 21 de diciembre. No obstante, se aprecian las primeras fisuras en el bloque independentista, en especial en las relaciones con ERC y la CUP. Pero en cualquier caso, se trata de una estrategia muy calculada en el que va a buscar una repetición en los comicios de Cataluña.

Muchos son los motivos por los que se ha decantado por esta alternativa para desbloquear la complicada situación por la que está atravesando Cataluña.

En donde saldría claramente beneficiado de una nueva jornada electoral. No en vano, los sondeos electores parecen que están dando la razón al ex presidente. Aunque sin obtener mayoría absoluta estaría en condiciones más favorables para formar gobierno.

Desplome del voto españolista

Una de las hipótesis que están barajando Carlos Puigdemont es el derrumbe en el voto de los partidos denominados como españolistas. Debido a que se va a producir una notable desmovilización entre los votantes que optaron el 21 D por el Partido Popular, Ciudadanos y PSOE.

Como efecto colateral, su candidatura también se beneficiaría del voto útil entre los soberanistas, en detrimento de Izquierda Republicana de Cataluña.

Hasta el punto que algunos sondeos internos sitúan al partido de Puigdemont por encima de 40 escaños. Es decir, al menos seis o siete diputados más que los conseguidos el pasado mes de diciembre. Un escenario muy favorable para sus intereses políticos para hacerse con el poder en esta comunidad autónoma.

Elsa Artadi es la tapada para presidir el gobierno

La única posibilidad para que no produzcan nuevas elecciones sería que alguien de su formación político asumiese el puesto de jefe de gobierno. En este sentido, la persona mejor posicionada es compañera política Elsa artadi. También jugaría a favor de esta postura el hecho de que ERC esté presionando en la sombra para que Puigdemont renuncie en favor de otro candidato, que no sería otro que la figura de la joven política nacionalista.

Cuenta uno de los mejores expedientes académicos del país, habiendo estudiado en las más prestigiosas universidades de Estados Unidos. No en vano, pasa por ser uno de los valores emergentes de la política catalana a pesar de su evidente juventud. Aunque representa un perfil que puede ser aceptado por otros partidos políticos, incluidos algunos de los españolistas. Fuera de estas estrategias, no otras alternativas para salir de este punto muerto que se ha convertido el problema catalán.