Raúl Romeva, ex conseller del Generalitat, ha vuelto a convertirse en noticia a causa de los gastos millonarios que efectuó cuando todavía fungía como funcionario de la institución.

Su último escándalo, ha sido la revelación de las facturas que se remontan tan solo seis meses antes de la fallida declaración de independencia de Cataluña, cuando el gobierno de España aun no recurría al artículo 155 para actuar contra los separatistas. Las cantidades de dinero gastadas son tan indignantes, que han causado revuelo a nivel nacional.

Raúl Romeva, despilfarrando en sus seis últimos meses

Anteriormente al conflicto catalán, la Generalitat invirtió cerca de un millón de dólares a las oficinas que mantenía en los Estados Unidos, mismos que fueron empleados en cubrir el salario de sus miembros y los gastos que hicieron en dicho país.

Se tiene constancia de cuatro transferencias con destino en Catalonia Delegation USA Inc., las oficinas que la Generalitat mantenía en Norteamérica, y el monto asciende a 989.860 dólares. Las mismas tuvieron lugar entre el 2 de junio y el 1 de noviembre del 2017, poco después de que las instituciones catalanas en el extranjero tuvieran que cerrar por la aplicación del artículo 155 de la constitución española.

Los gastos no terminan allí, puesto que también se dio a conocer el uso de 108.955 dólares adicionales para sueldos, y otros 31.500 dólares en viajes para representar a Cataluña. De esa fortuna, se invirtieron poco más de 23,000 dólares para los traslados entre América y Barcelona.

Alfonso Dastis, Ministro de Exteriores, se encargó en lo subsecuente de cerrar las embajadas que favorecían a los independentistas.

Se constata que el viaje de Puigdemont a los Estados Unidos fue un fracaso

Todo lo anterior aumenta en gravedad cuando se recuerda además, que Puigdemont como embajador catalán en los Estados Unidos fue una tarea sin sentido.

Desde junio a octubre, se programaron más de una treintena de reuniones con los integrantes del Comité de Relaciones Exteriores, a fin de dar a conocer el movimiento independentista y propagar información sobre el referéndum.

Entre los miembros que se encontraban trabajando para la embajada catalana, que fueron liberados de sus funciones, se encontraban Andrew S. Davis, quien cobraba un salario de 131.214 dólares anuales, y Xavier Vila, que a su vez ostentaba la ganancia de 70,000 dólares al año.