La caída en desgracia del Valle de los Caídos es patente. La llegada de la democracia y el paso del tiempo han traído consigo en la falta de apoyo a la dictadura y todo lo que ella representaba. El Valle es sin duda alguna el máximo exponente del Franquismo hecho monumento. El antiguo centro de peregrinaje de miles de personas se encuentra en la actualidad totalmente deteriorado.

El Valle de los Caídos: La caída en desgracia

Quien haya visitado recientemente este enorme mausoleo habrá visto su deplorable estado de conservación. Esta situación viene dada por la lucha legal que mantienen el gobierno de España y la Abadía, presente en el recinto desde 1958.

Este difícil panorama legal está generando la ruina absoluta del edificio y su paulatino abandono.

El Valle de Los Caídos: Un agujero para el erario

Los malos materiales utilizados para abaratar la construcción han generado un continuo gasto por parte de las arcas estatales. Posiblemente el caso más conocido de todos es el de la restauración de La Piedad que se encuentra en la entrada a la basílica, costando al tesoro español 280.000 euros. El desembolso anual para el mantenimiento del monumento franquista supone al tesoro nacional un desembolso de casi 2 millones de euros anuales.

El Valle: ¿Qué hacemos con él?

La inmensa mayoría de la población española pide que este arcaico edificio se adapte al nuevo siglo.

Se busca eliminar cualquier rastro de apología hacia la dictadura Franquista. Muchas son las voces que exigen un nuevo planteamiento del edificio como Museo de la Guerra Civil, en el cual se muestre de una manera neutral el conflicto. La parte más cercana al pensamiento de Francisco Franco busca mantener la situación tal y como se encuentra ahora.

El Valle de los Caídos: El adiós a la dictadura

Poco queda ya de la dictadura Franquista y de sus 40 años de férrea dominación. España ha superado en gran medida la lacra y el estigma de haber pasado por una dictadura personalista, pero aún quedan coletazos del franquismo. El Valle de los Caídos es posiblemente el problema más grave derivado de este período.

En las manos del gobierno y de la Abadía se encuentra ponerle solución a tamaño problema. En la actualidad familiares y asociaciones luchan por poder sacar los restos de aquellos que descansan allí ilegalmente. Los datos indican que más de 30.000 personas están enterradas en el mausoleo.Por otra parte se encuentran defensores del mantenimiento del monumento tal y como se encuentra en la actualidad.