El Congreso de los Diputados celebra con un acto solemne y con la presencia de las máximas autoridades políticas los 40 años de democracia tras las elecciones de 1977. La ceremonia en la Cámara Baja, el órgano constitucional que representa al pueblo español y abanderado para la ocasión por el Jefe del Estado, el rey Felipe VI, simboliza la normalización del sistema democrático en España tras la interrupción de 36 años debido a la dictadura franquista.
Las primeras elecciones de la democracia
Los comicios de hace cuatro décadas supusieron un antes y un después.
España rompía con el antiguo régimen dictatorial y abrazaba con entusiasmo a la nueva democracia. La mayoría de los españoles no conocían lo que suponía unas elecciones con marcado carácter histórico para elegir a los miembros que iban a constituir las Cortes, pero demostraron estar a la altura de tal acontecimiento histórico.
La novedad no supuso ningún impedimento, tal y cómo lo reflejó la elevada participación, que alcanzó el 78,83%, y a pesar de que muchos jóvenes no lo pudieron hacer, pues el mínimo de edad para votar era de 21 años. Esto fue un indudable ejercicio de civismo y de expresión de la voluntad Política de un país que contemplaba el futuro con ilusión y optimismo.
La figura de Adolfo Suárez
En julio de 1976 el entonces Jefe de Estado, el rey Juan Carlos I, encargó a un joven y desconocido político para la Opinión Pública, la labor de desmantelar las estructuras del franquismo y apuntalar la Transición hacia la democracia. Este no era otro que el carismático y reconocido Adolfo Suárez, que pese a su juventud para la exigencia de tal responsabilidad histórica (43 años), supo manejar con firmeza y endereza la Transición hacia la democracia.
Las dificultades fueron evidentes, pero Suárez tuvo la capacidad y perspicacia de aglutinar en su equipo a políticos de su generación con sensibilidades democráticas adquiridas por diversos caminos políticos. Supo reunir, junto a falangistas “conversos” como él, a socialdemócratas, liberales o democristianos. Sin embargo, el mayor éxito fue cuando legalizó el Partido Comunista dirigido por un histórico, Santiago Carrillo, lo que permitió la total representación de las diferentes fuerzas políticas en el Congreso de los Diputados.
Adolfo Suárez, contó con la colaboración del fiel y demócrata teniente general Manuel Gutiérrez Melllado, y de quien fue maestro y director político, Torcuato Fernández-Miranda. Junto a ellos supo gestionar y apaciguar la tensión de una recelosa oposición democrática, compuesta por altos cargos militares proclives al régimen franquista. En 1977 consiguió sacar adelante el Proyecto de Reforma Político que desembocó en las primeras Elecciones Generales, en las que Suárez obtuvo réditos políticos y fue elegido democráticamente como presidente del Gobierno.
Homenaje a las víctimas del franquismo
Diversos partidos políticos han celebrado simultáneamente al acto del Congreso de los Diputados que festeja los 40 años de democracia, una ceremonia para homenajear las víctimas del franquismo.
El evento ha sido organizado por Unidos Podemos, han acudido representantes del PSOE, el PNV, el PDeCAT y Compromís, y todos han coincidido en denominar como “héroes” a quienes participan en colectivos antifranquistas.
También han acudido a este homenaje diversos sindicalistas, familiares de las víctimas de los sucesos de Vitoria de 1976 (en donde murieron por las cargas policiales cinco personas en unas protestas contra del decreto de topes salariales y en defensa de mejores condiciones de trabajo, son considerados crímenes del franquismo), miembros de la asociación de niños robados y homosexuales represaliados. Además, en el propio Congreso de los Diputados ha habido igualmente palabras por parte de Felipe VI para agasajar a las víctimas del régimen.