Donald Trump mantiene encuentros bilaterales con distintos países para intentar entablar relaciones internacionales. En una primera aproximación con los representantes de Reino Unido e Israel, en el Foro de Davos, en Suiza, el Presidente de Estados Unidos, constata qué objetivo quiere alcanzar con estos encuentros: ser respaldado por aquellos que no cuestionan su política aislacionista. Amparado por el asentimiento de las grandes corporaciones financieras estadounidenses, sigue adelante con su entusiasta "América Primero" y su reforma fiscal.
Donald Trump recalca que en su primer año de presidencia se encuentra entre los grandes líderes mundiales, logrando un crecimiento de la economía al 3% y situando las Bolsas en su nivel más alto.
Tras el pleno de Davos, durante una cena en el hotel Belvedere, en la estación suiza, el Presidente de Estados Unidos, escoltado con resistentes medidas de seguridad, se reunió con al menos quince líderes empresariales europeos. Según documenta la Casa Blanca, en esta junta se encontraban los consejeros delegados de Adidas y Nestlé, entre otras multinacionales, quienes disponen de miles de millones de dólares que, según manifiestan, invertirán próximamente en Estados Unidos. Además, Trump declara a Theresa May, líder del Partido Conservador y Unionista y primera ministra del Reino Unido, que, los desacuerdos que han tenido entre ambos desde hace tiempo atrás, derivarán en un aumento del comercio entre sus países, desarrollando de esta manera un acuerdo comercial bilateral que proporcionará y reforzará el empleo.
Acuerdo que se llevará a cabo cuando el país británico abandone definitivamente la Unión Europea. España no ha contado con ningún tipo de representación durante esta cena de líderes empresariales.
Algunas horas antes antes, Theresa May se abstuvo de apoyar a los elitistas de Davos y al frente multilateral secundado por Paolo Gentiloni, Emmanuel Macron y Angela Merkel, concretando que muchos de los líderes políticos afirman estar a favor del libre comercio pero luego no se desarrollan acciones.
Benjamín Netanyahu y su esposa, Sarah Netanyahu, se reunieron también con Donald Trump, ante quienes sostuvo su parecer de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén.
La expectación en el Foro de Davos ante la presencia de Trump, ha sido máxima en los centros de Congresos de todo el mundo.