El presidente de AMESDE (Asociación de la Memoria Social y Democrática de España ), Jaime Ruiz, estima que la escuela laica es una "asignatura pendiente" en España a pesar del "elevado número" de iniciativas que desde la sociedad civil se plantean e, incluso, aún con las parlamentarias en este país no se ha planteado una educación con "criterios no solamente teóricos sino reales y prácticos en los centros educativos".

Ruiz, recuerda que desde la asociación a la que representa el "Laicismo" es un tema que se ha trabajado de "forma reiterada" a lo largo del tiempo porque este asunto "no está resuelto en nuestro país" y alude al debate abierto en la sociedad española sobre la reforma de la educación "en la subcomisión del parlamento que invita a comparecer a todas las organizaciones vinculadas con la educación pero ofrece una "solución general" que, en opinión de Ruiz, es "bastante conflictiva" en el sector público y, por otra parte, en el sector privado también lo es en relación a la "expansión y el desarrollo de las subvenciones y de los recursos públicos destinados a la educación privada o concertada".

El presidente de AMESDE, que hizo estas declaraciones en el Centre Cultural Blanquerna, recalca que es "paradójico" que en este país la evolución de las costumbres "sin que exista ninguna orientación ni política ni eclesiástica" han tenido un proceso de "secularización permanente" que no se ha detenido y "no es fácil desde otros países entender lo que ha ocurrido en España". En este sentido, Ruiz alude al informe anual de laicidad de la Fundación Ferrer y Guardia porque ofrece datos que "describen esta situación real". Así, señala que la iglesia como institución sigue teniendo una implantación "económicamente" muy poderosa sin embargo, "la ciudadanía ha ido paulatinamente abandonando su adhesión a ese tipo de iniciativas".

El informe- añade Ruiz- indica que una de cada cuatro personas en España "se declara no adscrita a ninguna religión; es decir, no es creyente o atea"; una cifra que- según el presidente de AMESDE, aumenta cada año y en 2016 "llegó al 25,8% de los españoles mientras que en 1980 era del 8,5%". "La evolución es evidente", precisa.

Diversidad de creencias

En el citado informo, indica Ruiz, la mitad de las personas entre 18 y 34 años "afirman ser no creyentes o ateos mientras que esta cifra es solo del 8,3% entre las personas mayores de 65 años". "El corte de edad es llamativo", sentencia. En Cataluña el 52% de la población manifiesta "ser creyente mientras que un 29,7% nunca han sido creyente y un 13% afirma que ahora no es creyente pero que lo había sido en el pasado".

"Es evidente"- sostiene Ruiz- que la influencia de la inmigración dibuja un mapa "claramente distinto a lo que ha sido tradicional en este país.

En esta línea, Ruiz apunta que se vive una situación de "aumento continuo de la secularización de las costumbres al mismo tiempo que el pluralismo religioso aumenta". Sin embargo, el pluralismo religioso y la secularización "no necesariamente" conforman una cultura laica. "Es aquí donde está el quid de la cuestión". Ruiz aclara que se abandonan "las creencias o la práctica de las creencias o se flexibilidad las costumbres o los hábitos tradicionales pero no se ha sustituido por un modelo de cultura diferente en el resto de Europa, en general, y, especialmente, en este tema no se sustituye por una cultura laica".

"Una cultura laica que no significa ser anticlerical; se trata de establecer la cultura laica que permita y garantice el derecho que se debe tener a la libertad de conciencia de los ciudadanos", indica el presidente de AMESDE. Asimismo, señala que el estado democrático "debe garantizar la diversidad de creencias personales y el compromiso en la neutralidad de las instituciones para que eso sea posible".