Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca, quiso rebajar la gravedad de la polémica causada por el ataque a Siria y a su presidente declarando: "Hasta el ser más despreciable, Hitler, no usó armas químicas". Después y ante la insistencia de los periodistas volvió a afirmar: "Hitler al menos no las usó con su propia gente". Sea como fuere, Spicer tropezó desafortunadamente con el canciller alemán en sus intentos de justificación.
El martes pasado, hubo un ataque en un pueblo controlado por los rebeldes, en Siria. Fallecieron más de 80 personas en dicho ataque, basado en el empleo de gas sarín y atribuido al régimen de Al-Asad.
Como ya hemos dicho, Spicer intentó defender su postura comparando al presidente sirio con Hitler para denunciar el apoyo de Rusia a Al-Asad haciendo una referencia digamos "positiva" hacia Hitler. Habrá que recordarle al portavoz de la Casa Blanca que el líder alemán empleó cámaras de gas en el exterminio de millones de judíos por la supremacía de la raza aria.
El presidente Trump ya dijo en una entrevista que Al-Asad "es un animal" y que Obama tuvo que hacer lo que él mismo está haciendo, pero antes, es decir: tendría que haber bombardeado a Al-Asad durante su mandato. Su hijo habla de su hermana, Ivanka Trump, y afirma estar "seguro" de que ella influyó en la decisión de su padre en el ataque a Siria.
Ante la polémica de las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Spicer se vio obligado a retractarse posteriormente emitiendo una declaración: "Estaba intentando explicar la diferencia de tácticas para lanzar aviones que contengan armas químicas sobre poblaciones, de ninguna manera estaba intentando rebajar la horrenda naturaleza del Holocausto".
Antes que nada, cabe recordar que el canciller alemán no usó dichas armas químicas en el campo de batalla, si bien tanto él como los mayores dirigentes mundiales conocían su función en la Primera Guerra Mundial, el propio Hitler resultó herido por esas armas cuando participó en la guerra, no obstante, si que utilizó armas químicas para exterminar a millones de judíos en campos de concentración.
Realmente apostó por ellas como estrategia y con el fin de proteger a sus propias tropas.
José Manuel García-Margallo, exministro de Asuntos Exteriores de España, asegura que las declaraciones de la Casa Blanca son disparatadas, "Trump no es un personaje típico, es fruto de este mundo convulso, es una reacción de la gente que teme las consecuencias de la Globalización", y es "extraordinariamente pragmático", "lo que él dice, lo cree".