Siendo solo de la voluntad del gobierno tanto la elección y el tiempo en el mando de las FAS la costumbre de nombramiento de los máximos de los jefes de los ejércitos sigue la normas no escrita que el mando máximo como Jefe Estado Mayor de la Defensa, JEMAD es rotatorio entre los tres ejércitos por cada legislatura.
Por la particular situación política española con un año de gobierno en funciones más la anterior legislatura ha mantenido a la cúpula militar saliente activa casi cinco años, y que la Ministra de Defensa se ha tomado su tiempo, la misma Cospedal lo reconoció informalmente, para conocer a los generales y almirantes en servicio buscando gente que fuera de su confianza y a la vez que estuvieran capacitados para el cargo tanto para mantener la operatividad y supieran moverse en el campo internacional.
JEMAD, un relevo restringido
La norma no escrita que obliga al relevo entre ejércitos en el cargo de JEMAD forzaba que fuera un general del ET el encargado de este puesto. Con ello el tiempo trascurrido desde la anterior legislatura a la formación de gobierno puso a muchos candidatos fuera de juego por jubilación. Con todo había cantera donde buscar y el relevo del almirante García Sánchez vino en la figura de un paracaidista zapador con alta experiencia en misiones internacionales y con mucho trato con naciones aliadas por sus cargos desempeñados en la OTAN, el ahora Gral. de Ejército Fernando Alejandre Martínez el cual en su toma de posesión se ganó a sus compañeros de armas con un discurso vibrante en que ensalzó el deber de defender España y los valores de la civilización occidental: "Dentro y fuera de nuestras fronteras", en tiempos de "difamación, falsedad y derrotismo", esgrimiendo valores como "Patria, sacrificio y honor" siendo las FAS un ejemplo reconocido de tales valores.
JEME: buscar operatividad
En el ET el JEME saliente, Jaime Domínguez Buj, sonaba y mucho para ocupar la figura de JEMAD pero su pronta jubilación por edad afectaba su candidatura. Con lo que producido el relevo en el mando supremo la duda de quién sería el próximo jefe del Ejército de Tierra se resolvió al ser un experto en operaciones especiales el elegido, Javier Varela Salas, un general que desde teniente ha estado siempre a unidades de élite como el MOE, La Legión o la BRILAT y con experiencia de combate en Kósovo, Afganistán e Iraq.
Un nombramiento que pretende aprovechar la experiencia bélica ganada en operaciones internacionales.
AJEMA: mantener en activo los programas
La Armada se enfrenta a una paradoja, frente a un brillante despliegue internacional inédito, 20 buques por el mundo algunos integrados en armadas aliadas, la fragata "Cristóbal Colón" en Australia, y una fuerza de superficie envidiable su fuerza de submarinos languidece por obsolescencia y el atasco en el desarrollo del nuevo submarino S-80.
Por ello Cospedal ha recurrido a un hombre de su confianza el almirante Teodoro López Calderón para mantener el pulso en el desarrollo de los nuevos sistemas, submarinos y fragatas, conservando la operatividad internacional.
JEMA: fturo a medio plazo
Si el jefe saliente del EDA, Gral. Garcia Arnaiz, era piloto de F-18, su sustituto, Gral. Javier Salto Martinez-Avial, es piloto de F-1, y ambos como pilotos de caza han dejado y se encuentran con un EDA en buena forma con una buena equipación y solo con una incertidumbre a medio plazo cuando toque remplazar al F-18 a partir de 2025, por ello la principal tarea del JEMA será mantener ese vigor.