Alternativa Sindical ha informado de la denuncia que han puesto un grupo de agentes a un pasajero, ayer jueves 18 de junio. Este se bajó la mascarilla para hablar por el móvil y los vigilantes le ordenaron que se la subiera. El viajero les dijo que lo haría cuando terminase la llamada, por lo que los vigilantes le dijeron que tenía que bajar del tren. Otro viajero le increpó por no ponerse la mascarilla, y el pasajero del móvil fue a agredirle. Los vigilantes intentaron detenerle y ahí es cuando este les agredió.

Los agentes, a través de Alternativa Sindical han interpuesto una denuncia tanto al agresor como al que grabó el vídeo

Esto ocurrió en la estación de Getafe Central, en donde otro pasajero grabó el altercado con su móvil, en donde se puede ver que se necesitaron hasta cinco personas para reducir al sujeto. Además de interponerse una denuncia contra el agresor, con su parte de lesiones correspondiente, Alternativa Sindical también va a poner una denuncia al pasajero que grabó el vídeo ante la Agencia de Protección de Datos. Hay que recordar que durante el estado de Alarma los vigilantes operan como agentes de la autoridad, como se dice en el real decreto, por el mando único que estableció el Ministerio de Interior en este asunto.

Debemos ser conscientes de que los agentes son personas que están, como los sanitarios, en primera línea actuando contra el virus

Estos lamentables hechos acaecidos ayer muestran que la “nueva normalidad” será para otras cosas, pero que hay gente que se va a comportar como siempre. No es solo cuestión de que esos vigilantes velen por la seguridad de los viajeros por el virus y por las cuestiones de siempre (lesiones en las instalaciones o cualquier otro problema), es cuestión de respeto a la autoridad.

Cierto es que hay agentes con el síndrome del uniforme, que se creen invulnerables por el hecho de tenerlo y con derecho a todo, pero eso son solo excepciones, y esos vigilantes no se merecían tales agresiones.

Si queremos evitar rebrotes severos, que ya se están dando en algunas partes de España, la mascarilla es más necesaria que nunca

¿Qué pasa si alguno de esos agentes se contagia por el individuo violento? No podemos bajar la guardia ante el virus, porque este no ha desaparecido. Sigue ahí y al parecer por mucho tiempo, hasta que se encuentre una vacuna, ¿tanto cuesta ponerse una mascarilla? Es un mínimo muy razonable, aparte de ser una señal de respeto hacia el prójimo, de respeto a su salud. Claro que en ocasiones es incómoda, pero no es algo insoportable, ese señor podía hablar perfectamente por teléfono con la mascarilla puesta. Solo hay que ver a la gente por la calle hablando por teléfono con los auriculares. No es de recibo que, a pesar de la situación extraordinaria que vivimos, se nos crispen los nervios hasta llegar a estas reacciones.