El pasado 19 de octubre salió al mercado Amir, un trabajo descrito por su propio autor como "distintos estados de ánimo pintados en distintas tonalidades". El sello musical Communion, ofreció a Tamino un contrato y la posibilidad de grabar de nuevo los temas incluidos en Habibi, el EP con el que el artista se presentó a la industria hace apenas un año. El resultado es de todo menos previsible: complejo, con un sonido honesto y maduro, y cargado de la aparente experiencia que nunca se le presupondría a un chico de tan solo 21 años.

La riqueza de influencias, su mayor cualidad

Siendo todavía un niño, Tamino comenzó a viajar asiduamente a Egipto, el país de origen de su padre. Su abuelo era Muharram Fouad, uno de los actores y músicos más valorados de Oriente Medio, de quien heredó la guitarra resonadora que le impulsó a dedicar a la Música el total de su tiempo.

El interés que la cultura de su familia paterna despertó en él, se unió a las melodías de Serge Gainsbourg o Tom Waits, que resonaban desde tiempo atrás en su casa de Bélgica. Tamino reconoce el gusto de su madre por el folk y por las vertientes más intimistas del jazz, como la esencia de su educación musical.

Este contraste se asume de una forma sorprendentemente orgánica en temas como So It Goes, Persephone (primer single del álbum), o Sun May Shine, en los que además se alía con Nagham Zikrayat, una orquesta afincada en Bruselas y formada por músicos profesionales, en su mayoría provenientes de Siria.

Un repertorio que va desde el romance hasta la desolación

Como el cantautor explica a raíz de la presentación de Amir, este trabajo no tiene la intención de reflejar la etapa personal que atraviesa actualmente, sino un conjunto de las más inspiradoras e intensas que ha vivido hasta el momento.

Es por eso que encontramos piezas románticas como Habibi, una canción delicada, pausada, y bella, junto a otras de temática desgarradora y existencialista como es el caso de Indigo Night, tema en el que además participa como bajista Colin Greenwood de Radiohead.

Con Tummy o Cigar, Tamino da cierta licencia a sonidos cercanos al pop dentro de su atmósfera oscura. Estas son quizá las canciones más coreables dentro de Amir, que aún así no dejan de transmitir una constante sensación de inmensidad.

Comparaciones con Jeff Buckley y expectativas dentro del género alternativo

Su impresionante capacidad vocal y una personalidad considerablemente forjada, le han valido el respeto de la crítica internacional, que sedienta de nuevos estímulos, ve en Tamino una curiosa combinación de nostalgia y futuro, de Oriente y Occidente.

Un artista completo al que costaría imaginar dando un paso en falso una vez probadas sus referencias.

Parece que de momento, entre sus objetivos no se encuentra el de hacer música para masas. De naturaleza tímida e introvertida, prefiere mantener el aura misteriosa que ha convertido en su carta de presentación. Aún así, el nombre que desde antes de su debut le persigue es el de Jeff Buckley, quien siendo todavía muy joven, se marchó dejando un legado musical tan breve como prolífico.

Tamino actuará el próximo sábado 8 de diciembre en la Sala Costello de Madrid.