El 8 de septiembre arranca el proyecto Ocean Cleanup, Limpieza del Océano en español, del holandés Boyan Slat. Un ingeniero en aeronáutica, de tan solo 23 años, ha creado este plan para limpiar el Océano Pacífico de todo el plástico persistente encontrado en el mar. Este proyecto se iniciará desde el Golden Gate en San Francisco hasta Hawai y tiene como objetivo limpiar la gran isla de basura del Pacífico en cinco años.

El Ocean Cleanup es un proyecto ambicioso que promueve la educación medioambiental, la cual todos deberíamos estar concienciados del problema tan importante como es la contaminación del mar.

Para aquellos tan aferrados al mar, es una pena ver como cada año aparecen más animales muertos en nuestras orillas, ver nuestras playas desaparecer; por no hablar de los escombros que dejamos después de una diversión en la playa o en sus cercanías.

Conciencia sobre la lucha contra la contaminación del mar

Slat hizo una inmersión de buceo en 2011 y descubrió algo cuanto menos preocupante. En vez de encontrarse con una gran riqueza de fauna en el fondo del mar, se encontró con todo un vertedero. En aquel momento, supo que tenía que encontrar una solución a este problema ambiental.

El joven holandés ha estado trabajando desde entonces en este sistema para frenar el impacto que puede ocasionar en unos años.

El proyecto se centra principalmente en salvar la ergonomía entre la salud, ecosistemas y economía del planeta. Su principal objetivo es eliminar el plástico y seguidamente crear conciencia para una reducción del mismo.

Funcionamiento del proyecto: idea y desarrollo

El proyecto empieza por hacer desaparecer las llamadas Islas de plástico, también conocidas como parches de plástico, sopas de basura, remolinos de basura o isla de contaminación, entre otros términos.

La mayor de estas islas está situada entre Hawai y California, la Great Pacific Garbage Patch. Su superficie es de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a tres veces las superficie de Francia.

El sistema está formado por un flotador de 600 metros cubiertos por una lona de 3 metros de profundidad. El flotador proporciona una permanente estabilidad a la superficie para evitar ser cubierto por el plástico mientras que con la malla se evita un escape de desechos.

A medida que el conjunto se desplaza por el agua, el plástico se acumula dentro del parámetro en forma de U.

Una vez los desechos lleguen a tierra, estos serán transportados en empresas de reciclable para poder ser vendidos a negocios B2C o B2B. Los ingresos serán invertidos en el sistema para otras limpiezas oceánicas.