Somos esclavos de nuestros hábitos y, eventualmente, nos convertiremos en algo que seguimos repitiendo. Si nuestros hábitos no nos ayudan, ciertamente no nos hacen ningún bien. Apenas somos conscientes de algunos de ellos porque hacemos cosas mecánicamente. Entonces, ¿cuáles son algunos hábitos que siguen robando nuestra felicidad?
Nos enfocamos en todo menos en nosotros mismos
Pasamos nuestros días pensando en los demás, sus éxitos y fracasos, pero nos olvidamos de nuestras propias vidas, lo que tenemos que hacer para hacer mejores versiones de nosotros mismos. Y cuando tomamos el control de nuestras acciones y pensamientos, estamos obligados a alcanzar la verdadera felicidad.
Esperamos el momento perfecto
El momento perfecto es un mito. Esa es la dura verdad. Entonces no podemos esperar toda nuestra vida para ese momento. Los momentos no son perfectos, son como los que los hicimos. Es por eso que tenemos que despertar y comenzar a vivir en un regalo.
Hacemos nuestro trabajo solo por dinero
Si nuestros trabajos nos hacen sufrir una y otra vez, nuestras vidas se transformarán en horribles pesadillas. Es lo mejor para hacer trabajos que nos encantan o que al menos nos mantienen interesados. Es solo cuando estamos interesados en algo que puede darnos mejores resultados y felicidad en nuestras mentes.
Odiamos
Odio. No solo suena horrible, sino que el sentimiento en sí mismo es lo peor que podemos tener en nuestros corazones. Todos sentimos envidia de vez en cuando, y algunas veces incluso odiamos, por lo que surge la pregunta de cómo podemos poner fin a esto. La respuesta es bastante simple.
Solo el amor puede salvarnos de las garras del odio.
Nos aferramos a nuestros miedos
Si miras atrás a tu vida hasta ahora, probablemente verás que la mayoría de los miedos y preocupaciones que tenías no estaban justificados en absoluto, a pesar de que los llevabas contigo como una pesada carga. Simplemente no se hicieron realidad y sabiendo que ese solo hecho necesita hacerte disfrutar el presente y dejar que los miedos y preocupaciones sean el problema que enfrentarás cuando llegue el momento.
Lloramos por las dificultades
Un mal día es solo un mal día. Y cada uno de ellos lleva algo por lo que podríamos estar agradecidos: una importante lección de vida, nuevas oportunidades, etc. Sabemos que a veces la vida puede ser dura y agotadora, pero nuestro ángulo de visión de las cosas nos hará más inteligentes mejor y más felices
Aferramos a personas que no nos quieren bien
A veces todo lo que necesitamos es alejarnos de las personas negativas en nuestras vidas.
Debemos dejarlos en paz, no porque no nos importe, sino porque no. No intentemos impresionarlos más. Suficiente es suficiente.
Si respetas estas reglas, sin dudas estarás un paso más cerca de encontrar la verdadera felicidad. Y lo que es aún mejor es que nunca serás el esclavo de estos hábitos.