Las libélulas son bendecidas con algunas características naturales, y algunas de las observadas incluyen su capacidad de volar una gran distancia para sobrevivir, y la anticipación de un movimiento de presa antes de matarlo rápidamente. Un estudio reciente realizado por los investigadores ha revelado una información sorprendente sobre el comportamiento sexual de la especie. Según el informe del estudio, los vendedores ambulantes comunes también conocidos como vendedores ambulantes de páramos tienen la tendencia de fingir una muerte para evitar el acoso sexual entre los hombres.
El asombroso descubrimiento
Rassim Khelifa, un zoólogo de la Universidad de Zurich, estaba realizando experimentos en los Alpes, y en ese momento, vio algo extraño que condujo a este descubrimiento. Se notó una libélula siendo perseguido por otro cerca de un lago. La libélula que se persigue después de una larga mosca se estrelló contra el suelo y quedó inmóvil durante varios minutos. La mosca perseguida abandonó la escena después de pasar por encima de su cuerpo por un tiempo. Rassim Khelifa entendió que el cazador era un hombre, mientras que la víctima era una mujer.
Khelifa relató el incidente diciendo que la supuesta libélula muerta se fue volando después de permanecer inconsciente por un tiempo.
El científico dudaba que fuera un truco bien orquestado de la marcha, y comenzó a investigar sobre él en los próximos meses. Curiosamente, notó una conducta similar a la de otras libélulas que lo ayudaron a llegar a la conclusión de que las hembras de esta especie solían matar a Fake Death para evitar la explotación sexual de los machos.
Jugar muerto no siempre es exitoso
Aunque las hembras simulan la muerte para evitar la explotación, es posible que no se convierta en un método de combate exitoso todo el tiempo. A veces, la libélula macho comprenderá su truco y se abalanzarán sobre los cuerpos femeninos para un encuentro sexual íntimo. Sin embargo, muchas libélulas consideran este método como la mejor manera de evitar el acoso sexual.
El zoólogo señaló que el 77.7 por ciento de las libélulas hembras tuvieron éxito en protegerse a sí mismas fingiendo la muerte, mientras que el 22.3 por ciento restante no engañó a los atacantes varones.
En una declaración recientemente publicada, Khelifa, que ha estado ocupado estudiando el comportamiento de varias libélulas durante más de una década, expresó su entusiasmo por esta característica recién descubierta. El investigador cree que las mujeres están adoptando este truco para evitar el daño permanente del tracto reproductivo debido a actividades sexuales incontrolables.