La mejor recomendación para estos casos es no permitir que los hijos desarrollen rebeldía en su personalidad. Existen ciertos factores que pueden influir en el carácter de los hijos para ser rebeldes y muchas veces los padres tienen mucho que ver en esto, así que hay muchas cosas con las que se debe tener cuidado para evitar que los hijos se vuelvan rebeldes.
En qué consiste una actitud rebelde
La rebeldía consiste en la negativa de una persona para someter su voluntad a los deseos de la otra, se niega a obedecer órdenes, aceptar haber cometido un error o recibir una corrección o enseñanza por parte de los padres, maestros o hermanos mayores.
Una característica importante de la rebeldía es que se opone completamente a lo que es una actitud humilde, cuando existe rebeldía por lo general la acompaña la soberbia y altivez. La rebeldía suele presentarse en los hijos con mayor acentuación en la etapa de la adolescencia, es esa temporada ellos quieren tomar sus propias decisiones y excluir a sus autoridades que son sus padres de cada una de ellas. El peligro de no corregir esta actitud es que la rebeldía no es buena consejera y a esa edad puede haber muchos caprichos en los jóvenes que en caso de consumarse podrían ser perjudiciales para ellos mismos.
Causas de una actitud rebelde
La rebeldía no nace de la noche a la mañana. Y se puede dar sobre todos en los primogénitos de los padres, pues al ser su primer hijo se cometen más errores por la falta de experiencia en la paternidad.
Uno de los principales errores es que desde muy pequeños se les complazca en todo lo que piden. Como por ejemplo, cuando el niño arma una pataleta al momento de ir de compras porque desea un juguete que no estaba en los planes comprarle, pero a causa de su llanto e insistencia los padres terminan complaciendo el “capricho del niño”.
Otro error que puede ser culpable de las actitudes rebeles de los hijos es no corregirlos a tiempo o no mantener el castigo que se la ha dado. Es posible que como padres seamos víctimas de la manipulación de los niños y dejemos pasar por alto ciertas actitudes incorrectas o no mantener una posición firme frente a un castigo permitiéndoles zafarse de él.
Son errores que se cometen porque cuando se les ama se les quiere ver felices, pero es mejor dejarlos pasar un mal momento que después tener que lidiar con algo tan perjudicial para ellos como lo es la rebeldía.
Si tu hijo irremediablemente ya es rebelde deja un lado los errores del pasado y enfócate para que salga de ese estado que no le conviene enabsoluto, habla constantemente con él y mantén firme tu palabra al momento de corregirlo.