La Ley de Memoria Histórica se convierte en "Ley de Desmemoria Histérica", olvido y rechazo de los que no son partidarios de la izquierda política.

La Ley del Olvido

Actualmente el PSOE ultima un nuevo proyecto de ley sobre la Ley más polémica de los últimos años, la Ley de Memoria Histórica. Un proyecto de ley, que de transformarse en ley, cohíbe de una manera muy sutil el libre recuerdo de España, manipula su historia, la condena al olvido y atenta contra el principio de libertad de expresión.

En uno de sus apartados más polémicos hace castigar, hasta con prisión, quien hable del franquismo y lo justifique.

No hay que decir que el comité de expertos que se cree para dicha función en la Ley de Memoria Histórica, carecen de objetividad, por lo que sólo se cree que se destapen las fosas de un sólo bando, el republicano. Esta misma ley propone la expropiación, en caso de negativa, de un terreno en el cual se sospeche que se encuentren restos en una fosa. En este caso se aplicara al propietario de dicho terreno la ley presente en el tema del pago del terreno.

Nada que decir respecto a la versión que este comité va a otorgar a la historia descubierta, la cual habrá que considerar como oficial. En esta nueva Ley de Memoria Histórica se pretende dar conocimiento hacia una justa remuneración a los familiares denunciantes de las victimas represaliadas, claro está que no se ha dicho nada de las victimas del bando nacional ejecutados por la izquierda española de la época.

Otro de los puntos a tener en cuenta es la retirada de todos los vestigios del franquismo, sean cuales sean, en calles, monolitos, etc. Pero seguiremos viendo calles dedicadas a la Pasionaria y a Santiago Carrillo entre otras. También mencionan la retirada de los restos de Franco del Valle de los Caídos, los cuales serán entregados a los familiares, y continuando por los demás restos, perdiendo por lo tanto, dicho Valle, la concepción que tenia hasta el momento, quedando disuelta la idea de su fundación que fue el cierre de la herida abierta durante la guerra civil.

Fosas comunes de victimas pertenecientes al bando nacional

En el municipio de Borriol (Valencia), se han descubierto los restos de 72 soldados del bando nacional. Esto es redundante cuando lo que se pretendía buscar eran dos personas fusiladas pertenecientes al bando republicano.

Se estima que pueda haber mas cuerpos de la contienda en dicha localización, pero al estar próximo a un cementerio, el cual ha sido ampliado y remodelado, los movimientos de tierra dificulten la búsqueda de mas cuerpos.

Los cuerpos encontrados vestían vestimenta militar, correajes, botas y munición de la época. Encontrados en diferentes posiciones pero todos mirando hacia el sur.

En Figuerola D'Orcau ,Pallars Jussá (Cataluña), se ha encontrado, al buscar esta vez victimas republicanas y otros 17 cuerpos pertenecientes al bando nacional. También se han descubierto fosas pero con dos o tres cuerpos. Esta escasez de cuerpos en las fosas viene precedida ya que ambos bandos enterraban apresuradamente a sus bajas, cuando no lo hacían los del bando contrario lo hacían los campesinos de la zona al encontrarse cuerpos abandonados.

Eso explica los pocos cuerpos encontrados en alguna de las fosas, desmintiendo de esta manera los fusilamientos masivos por el bando nacional como los perpetrados por Santiago Carrillo en Paracuellos del Jarama, la fosa más grande conocida a nivel nacional de asesinados por el bando republicano.

Arrojados a 25 metros y bajo 20,000 kilos de cal y arena se encuentran los muertos de la mina Las Cabezuelas, Camuñas (Toledo). Una de las minas de plata de explotación en tiempos romanos, convertida en una de la fosas más grandes de la Guerra Civil, y en la que se encuentran cuerpos pertenecientes a personas partidarias del bando nacional.

Toda persona que se consideraba religioso, no levantara el puño, tuviera tierras o fuera a misa, era requisito para ser arrojado a dicha fosa. Sin poder concretar el número de cuerpos, aún extrayendo los restos, se cuentan por cientos. Traídos de los pueblos cercanos en camiones, los ancianos que aun viven dicen que eran traídos en vehículos soviéticos y arrojados al abismo.

Obispos, curas y todo aquel sospechoso de simpatizar con la derecha eran arrojados por milicianos, incluso vivos, a dicha fosa.

Aún quedan por lo tanto la averiguación del paradero de 130.000 personas desaparecidas durante la contienda 1936-1939. Muchos republicanos y otros tantos miles pertenecientes al bando nacional. Lo que está claro es que sin una ley objetiva que trate a las victimas de ambos lados de la misma manera, será difícil cerrar la vieja herida que gracias a nuestros políticos, a día de hoy, sigue abierta.

Y que en la izquierda actual cueste tratar a las victimas del terrorismo como lo que son, y se quiera victimizar las victimas de un sólo bando en una contienda ocurrida ha más de 70 años, obviando y olvidando la historia, borrando esta misma por vergüenza de los años más sangrientos del PSOE y menos democráticos. La historia que se olvida, y que no se nos olvide, tiende a repetirse, puede parecer que es lo que ansían algunos.