La fecha 15 de septiembre de 2017 el submarino de la Armada República argentina, ARA, "San Juan" navega en inmersión a 430 kilómetros del Cabo San Jorge en el Mar Argentino, Atlántico Sur, en misión de patrulla. A las 10:30 hora local el comandante, capitán Pedro Martín Fernández, informa de un problema mecánico serio en los sistemas eléctricos de la nave.
Son las 10:52 horas cuando una agencia de inteligencia americana de detección submarina detecta en sus sensores una grave "anomalía hidroacústica" compatible con una explosión submarina a 27 kilómetros al norte de la posición de la última posición informada del "San Juan".
Simultáneamente en el mismo punto y hora la agencia de la ONU para la verificación de pruebas nucleares detecta una gran explosión submarina no nuclear. En esos momentos no se confirmó, no se sabía o se ha negado al conocimiento público pero el ARA "San Juan" acababa de explosionar a unos 70 metros de profundidad. Pereciendo en el acto los 44 miembros de su tripulación entre ellos su jefe de armamento y primera mujer oficial de submarinos de Argentina y de toda Hispanoamerica la primer oficial Eliana Maria Krawcyck.
Desaparición y confusión
Cuando al día siguiente se daba oficialmente la noticia de la desaparición del submarino y tanto la Armada Argentina como efectivos navales y aéreos de 7 países: EEUU, Chile, Brasil, Francia, Perú, Uruguay e incluso el Reino Unido antiguo enemigo de Argentina en la Guerra de las Malvinas, iniciaban una búsqueda frenética por un área marítima de 420.000 km cuadrados, más o menos el tamaño de España, en un mar embravecido con la intención de hallar el submarino ya en superficie, pues se barajaba la posibilidad que la avería eléctrica hubiera anulado sus comunicaciones pero que este hubiera ganado la superficie.
O sumergido pues mientras estuviera en un fondo del talud continental inferior a los 250 metros era factible un rescate, ya mediante mini submarinos de rescate o abasteciendo al submarino de oxígeno y material de supervivencia, de hecho España mandó vía aérea contenedores estancos para abastecer a submarinos en inmersión.
La búsqueda por mar y aire se mantuvo frenética animada por noticias como que se detectaban ecos submarinos, comunicaciones entrecortadas vía radio, ruido de golpes metálicos, manchas de bengalas, etc.
Noticias que después eran desmentidas para desesperación de los familiares de los submarinistas que literalmente "se quedaban sin santo al que rezar".
Esta búsqueda contrarreloj era animada por la premura de la falta de oxígeno pues contando el tiempo que el submarino llevaba en inmersión desde antes de su última comunicación el aire respirable se agotaría el día 28 de noviembre.
Pero con todo las esperanzas se desvanecían a mediodía del día 23 cuando la Armada Argentina reconocía oficialmente que el submarino había explosionado la tarde del día de su desaparición, la devastación y la rabia en familiares, compañeros, amigos y la sociedad argentina era total.
Pasada la tragedia. Los porqués
Aunque se da por perdido y su tripulación fallecida, lo cierto es que al tiempo de escribirse esta crónica el submarino sigue sin ser hallado y la dificultad para hacerlo es patente pues si este se hundió más allá de la plataforma continental sudamericana la profundidad alcanza los 3.000 metros impidiendo cualquier recuperación, el Titanic está hundido a 3.794 metros y no fue hallado hasta 1985, 73 años después de su hundimiento, todo se basa a que sea localizado a una profundidad inferior a 250 metros para tratar su recuperación.
Las causas del desastre están por determinar pero las primeras teorías apuntan a que el fallo eléctrico provocó o fue provocado por una fuga en las baterías llenando el submarino de gases de hidrógeno muy inflamable con el ácido sulfúrico de las misma baterías.
Todo está por explicar incluso si el submarino estaba en realmente condiciones de navegar, el ARA afirma que por supuesto pero las familias lo niegan, o si la gran carena realizada en 2014, el buque es de 1985, y que alargaría su vida útil fue realmente efectiva o se realizó una chapuza pues el dinero presupuestado para la misma quedó en manos de corruptos. Muchas preguntas están aún sin respuesta.