Los españoles hemos hecho historia una vez más. Por primera vez, España ha logrado tener el mayor período histórico de estabilidad y consenso. Aunque no todo sea positivo ni fácil de entender, tampoco debemos olvidar de dónde venimos ni a dónde hemos llegado. Y, por lo tanto, los progresos conseguidos hasta la actualidad son muy favorables para los ciudadanos y, por ello, nos sitúan en una democracia que muchos de nuestros antepasados nunca pudieron vivir.
40 años de democracia en España
Los 40 años de democracia se han caracterizado por alcanzar grandes avances para los españoles, tanto en lo que refiere a en libertades y derechos como al propio Estado del Bienestar.
Pero, sobre todo, ha destacado por la gran capacidad diálogo entre las fuerzas políticas, que ha servido además en varias ocasiones para llegar a acuerdos muy importantes para España. Y eso precisamente es lo que se califica como sentido de Estado.
Sin embargo, a raíz de las diversas crisis que afectan a la Política, economía y la sociedad española, ponen en cuestión el sistema democrático de España, aunque se debe asumir sin engaños que ningún régimen democrático es 100% perfecto. Lo que sí es una verdad como un templo es que todo es mejorable y, por eso mismo, todos jugamos un papel clave a la hora de conseguir disminuir las imperfecciones que afectan al sistema. Por lo tanto, luchemos por seguir mejorando nuestra democracia, no por romperla ni acabar con ella, porque de la crítica solo no se vive.
Y para aquellos críticos que dicen que España no es una democracia, que vayan a dictaduras o regímenes que dicen ser democráticos y luego no lo son, que se paseen y se opongan a ellos a ver que pasa.puedan. Además, conviene recordar que todos los partidos políticos españoles que quieran pueden concurrir a las elecciones, incluso aquellas formaciones que se quieren cargar la democracia.
Ya se que parece una tontería, a veces decir cuestiones que para muchos son muy tenidas en cuenta, pero es necesario hacer memoria.
España en democracia
Dicho esto, es innegable que vivimos en una España en democracia a la que probablemente hemos tardado en llegar y poder mantener en el tiempo, aun así, finalmente lo conseguimos.
Y sí, es cierto que todavía hay bastantes cosas que deben ser corregidas y cambiar a mejor, pero la solución no pasa por renunciar a ella ni mucho menos, porque eso es tirar la toalla. La soluciones pasan por hacer propuestas, por alcanzar apoyos y consenso, y por resolver aquello que siempre sea para el bien de los españoles.
Así pues, los que únicamente quieren ir en contra de la democracia, van en contra de los valores y de los ideales democráticos, porque, al fin y al cabo, todos los españoles tenemos más motivos para seguir en una España democrática y no al revés. En definitiva, juguemos al juego democrático para seguir contribuyendo a una España libre.
¡Viva la España democrática!