Aprovechando la festividad que engloba sobre sí la Virgen del Rocío, la peregrinación y demás hechos de naturalidad "religiosa", me gustaría sacar a la luz la verdadera historia de esta imagen tan alabada por muchos, aunque sea a través de botellas y alcohol. Cabe decir que este texto no es un ataque directo contra la Religión o la Iglesia católica, es solo un medio para arrojar luz sobre un tema que estaba oscuro: la Virgen del Rocío es pagana y por tanto el realizar estos ritos como el salto de la verja y demás va en contra de la voluntad de la iglesia cristiana para con el paganismo.

En este artículo haré mención al enorme paralelismo existente entre la Virgen del Rocío y una diosa fenicia primigenia llamada Astarté. Entre ambas representaciones hay muchas coincidencias que explican el sincretismo destacable que ha perdurado hasta día de hoy. El largo curso de la Historia siempre tiene un lugar reservado para la vida religiosa, una vida que se basa en la asimilación de deidades y ritos con el propósito de su preservación. Este es el caso de la diosa Astarté es una de las diosas más primitivas de la cultura oriental, es una asimilación de la diosa mesopotámica Ishtar (diosa femenina protectora de ciudades como Sidó y Tiro. Con la orientalización del mundo mediterráneo siglos más adelante, su figura e imagen pasaron a las culturas griega y fenicia de modo automático.

Como ya hemos dicho, de la asimilación vive la religión y por ello esta diosa pasó a llamarse Afrodita en la cultura romana.

Tenemos que retomarnos al siglo IX a. C., cuando la colonización fenicia tiene lugar en la Península Ibérica. Los fenicios fundaron sus ciudades aquí y levantaron templos para sus divinidades. Entre sus divinidades estaba Astarté, deidad de gran belleza que representaba las cualidades de la pureza, el amor y la naturaleza, eso sí, en etapas posteriores se le añadirían atributos de diosa guerrera.

Su representación antigua siempre tiene patrones comunes como el rodearla de grandes lujos como joyas, ya sean coronas o joyas.

Estos fenicios llegan a la zona sur de la Península Ibérica, eran originarios de la ciudad de Tiro y extendieron sus cultos religiosos por las colonias fundadas. Así llegó el culto de Astarté a España.

El primer punto de partida de la construcción de templos fue la zona de Huelva. Estabón nos habla del gran interés de los navegantes fenicios por esta zona. Era un territorio predilecto para la peregrinación de fenicios y autóctonos para venerar a sus dioses. Este es el comienzo del rito del "camino" hacia la Virgen del Rocío.

Es increíble las similitudes entre ambas figuras, pues comparte la simbología y las características rituales. La simbología se detecta en sus representaciones como mujeres rodeadas de lujo, con las coronas puestas, collares y joyas, el vestido de ambas es idéntico pues las volutas están presentes en ambos ropajes. La media luna que aparece en ambas imágenes son idénticas, incluso con las estrellas en los extremos, signo cultural proveniente de Oriente.

En conclusión, como estudiante de historia, no hablo sin razón previa, he estudiado la cultura oriental y la occidental a lo largo de los siglos y puedo asegurar la información que aquí doy. No digo que sea una verdad absoluta, pero que es casi imposible refutar estas informaciones si. La verdad duele, lo sé, pero es un bien necesario viendo como la hipocresía se apodera del mundo.