El armazón que fue construido para restaurar y aguantar la aguja de la Catedral Notre Dame de París, quedó bajo el incendio del 15 de abril de 2019. Este lunes comenzará una operación para desmontar dicho andamiaje derretido y fundido por el fuego, que ocasiona grandes impedimentos para los procesos de restauración de la iglesia.

Gran parte de la Catedral fue devastada

En el infortunio, gran parte de la Catedral de 850 años fue devastada y una porción importante de la techumbre se hundió. Cuando el fuego fue extinguido comenzaron los trabajos de apuntalamiento y aseguramiento, como paso inicial para su posterior restauración.

Fue necesario en su momento, levantar todo un esqueleto que, a manera de sombrilla, cubriera todo el techo que se perdió. De esta forma, se garantizaría la protección contra la intemperie de los casi 1.000 metros afectados. La estructura que formaba la aguja quedó completamente deformada por el calor y fue necesario estabilizarla con vigas, hasta cumplimentar la seguridad para los trabajos en ella.

Primeros pasos para la restauración de la Catedral de Notre Dame

La restauración completa de la Catedral tardará de 10 a 15 años aproximadamente. Los primeros pasos para ello comenzarán desmantelando la estructura metálica compuesta por 40.000 piezas. La autoridad encargada de reconstruir la Catedral precisó que el trabajo demorará todo el verano por la complejidad de las operaciones y el peso de los segmentos, que excede las 200 toneladas.

Los trabajos estarán realizados por dos equipos de cinco técnicos cada uno y una grúa de más de 80 metros de altura. El personal humano será vital para acercarse a las partes calcinadas del andamio y cortarlas, mientras que las maquinarias apoyarán cargando los restos extraídos.

El andamio representa un obstáculo para la reconstrucción de la Catedral de Notre Dame

Aunque el gobierno francés propuso una meta bastante corta para completar la recuperación de Notre Dame, las labores no han seguido el plan establecido. Luego de serios atrasos que comprenden la contaminación por el plomo del tejado, que se liberó a la atmósfera y el impacto de la COVID-19 en el país europeo, se comenzará el lunes con la eliminación de este obstáculo para la reconstrucción de la Catedral.

Las labores que habían sido detenidas en marzo, se retomaron hace muy poco tiempo. Ya ha logrado estabilizarse la aguja y con esta acción se eliminarán los restos del andamiaje anterior, al fuego que yacen debajo. El organismo público que está al mando de la operación recordó que ese armazón “resistió al hundimiento de la aguja, pero quedó deformado por el calor del incendio” Declarada en 1991 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la Catedral continuará cerrada al público por los años que duren las renovaciones, aun así, la plaza de la misma reabrió al pueblo el pasado 31 de mayo.