Ayer, 15 de abril, un trágico evento sacudió el corazón de los ciudadanos de París. La catedral de Notre Dame, símbolo de la capital francesa y obra maestra del arte gótico, fue consumida por un incendio debido, probablemente, a los trabajos de restauración que se estaban realizando en la parte alta de la iglesia. La aguja de 45 metros de altura, construida en el 1860, se derrumbó con el techo debido a las llamas, que la devoraron en una hora. El rosetón norte, realizado entre 1250 y 1260, maravilloso caleidoscopio de luces y colores, ya no existe más.

La reacción del mundo de la política

Toda la ciudad de París, junto a los políticos del país, se paró a causa de este accidente. El presidente Macron comunicó su dolor a través de su cuenta de Twitter, afirmando que junto a la catedral se quemó una parte de todos.

No faltaron las críticas por parte de la oposición y del presidente americano Donald Trump, que consideró insuficientes las intervenciones que se pusieron en marcha para apagar el incendio. De hecho, la situación no era simple de enfrentar, ya que no se podían utilizar aviones para lanzar agua encima de la catedral para no dañar ulteriormente el techo y la bóveda que está ubicada debajo de este. Gracias a elecciones como esta fue posible salvar parte de la decoración del techo.

Un libro de piedra

Ubicada al final de la Ile de la Cité, Notre Dame no es simplemente una iglesia, es el símbolo de una nación. En este lugar fue coronado Napoleón y beatificada Juana de Arco. Victor Hugo, uno de los autores más increíbles de la historia de la literatura mundial, la eligió como teatro de uno de sus libros más exitosos y que lleva el mismo nombre de la iglesia.

Él describió la catedral como un libro de piedra, que custodia la historia de la gente, grabada entre sus muros. Cada rosetón, estatua, gárgola, ventana, campana, torre, aguja, representa un trozo de historia de la humanidad, expresado a través de distintos estilos de Arte.

La reconstrucción

Notre Dame fue el corazón de la ciudad desde siempre y seguirá siéndolo, pero a partir de hoy estará desfigurada.

El presidente Macron afirmó que será reconstruida a través de la ayuda de todos. Por eso puso en marcha una recaudación de fondos para encontrar el dinero necesario para su recuperación.

A pesar de este acto, que volvería realmente esta iglesia como algo que pertenece a toda la humanidad, ya que a través de su trabajo colectivo se restaurarían las secciones destrozadas por parte del incendio, no podemos negar que varias piezas originales se quedarán perdidas para siempre, sustituidas por imitaciones. Esto vuelve aún más tristes los eventos de ayer, ya que un trozo de historia de la humanidad se volvió cenizas.