Conocer una institución por dentro no siempre está al alcance del gran público. A veces, ni siquiera puede uno seguir la actualidad de la misma, ni disfrutar de sus joyas artísticas con un mínimo de calma. No digamos nada, si vives lejos de la misma, el poder contemplar las diferentes exposiciones que organiza. Sin embargo, Internet es la plataforma que nos acerca mucho de la vida interna del Museo del Prado. Ya no hay excusas para profundizar en sus archivos digitalizados y puestos a disposición del gran público

Las grandes divisiones del archivo digital del Museo del Prado

Que algo esté en Internet no significa que sea muy conocido.

Esto parece pasar con el archivo digital del Prado. Quizás algunos piensen que los documentos son aburridos o no le pueden aportar algo interesante, sin embargo, son la memoria escrita de la vida de una institución de renombre y un vistazo a la propia historia artística española.

Repasemos las divisiones que se ofrecen en la página web para hacernos una idea y pensar por dónde queremos comenzar a conocer los documentos del Prado.

En primer lugar, la Correspondencia de los directores. Se trata del fondo archivado más antiguo y recoge múltiples manuscritos de los diferentes directores del Museo, desde la fundación (1816) hasta la Guerra Civil. Multitud de nombramientos, copias de documentos, catálogos de obras y diferentes gestiones de los directores es lo que se muestra.

Un buscador permite agilizar el paseo por la sección, mediante accesos directos a los resultados por nombre, materia y tipo de documento.

La siguiente sección es la de Gestión económica, un vistazo a las cuentas del Museo, desde la fundación hasta mediados del s. XX. Los gastos e ingresos son una fuente interesante de información, permitiendo conocer los sueldos, los precios de adquisiciones y en qué se invertía, año tras año.

Los Proyectos museográficos ya nos traen información más cercana en el tiempo, pues parte de 1839 y termina en 2009. ¿Alguna vez te has preguntado cómo organizan las exposiciones y montan las diferentes salas? ¿Conoces los gustos que han regido las diferentes épocas? Ahora todo esto, y más, está disponible en sus documentos originales.

Convulsa fue la época de la Guerra Civil, así que dispone de su propia sección, donde los documentos hablan de la protección de las obras, del mismo edificio, del envío de obras artísticas fuera del mismo y del personal. No faltan curiosidades como una carta y 10 fotos de cuadros extraviados, con la petición de que se busquen. ¿Aparecerían?

Dos archivos familiares cierran esta presentación: los referentes a Madrazo y Cervelló.

Una visita debida a un archivo único

La Red nos permite un acceso magnífico a una cantidad tal de documentación que podríamos pasarnos años solo con estas digitalizaciones del Museo del Prado.

Sin embargo, es de recibo hablar de su existencia y animar a los interesados a una visita sin par.

Muchas veces se habla de archivos secretos y documentos desconocidos. Pues bien, ahora tenemos la ocasión de revolver entre viejos papeles que, de seguro, nos deparan más de una sorpresa.