Con la llegada de las últimas novedades tecnológicas, la apuesta por tener un Cine en casa, o por lógica, lo más parecido dentro de lo posible, es algo que se ha puesto ciertamente de moda.
El cine en casa
La bajada de precios de los proyectores unido al lanzamiento de una serie de modelos de proyectores de tecnología LCD, muy económicos, pero más limitados en prestaciones han facilitado dicha tarea y ya hay mucha gente que disponen el salón de su casa montándose con su proyector de video lo que en su día se llamó Home cinema, colocando de manera estratégica el aparato, para que cuando quieran ver una película, un capítulo de una serie, un partido de fútbol o incluso jugar a la consola, esté todo situado al alcance de la mano.
Llegado el momento de tener un proyector uno se enfrenta a una serie de dilemas en los que el dinero tiene parte fundamental.
Bastaría conocer un poco algunos aspectos que sin ser un experto en la materia, el haberme visto en la tesitura de querer un proyector para ver la última de Laurent Cantet o una retrospectiva de Mariano Ozores, me han hecho un poco más consciente de ello.
La opción barata. El proyector LCD
Vale de acuerdo, nos encontramos con el primer dilema, que consiste en que pasa con esos proyectores LCD, que por menos de 100€ te puedes hacer con él. Que conste que no he probado ninguno de ellos, pero algunos aspectos que tienen o que carecen me hacen ver que no es una buena apuesta en un principio.
Por los siguientes motivos:
- Algunos de estos no tienen muchos lúmenes. Eso no tendría importancia si pones la sala donde vayas a usar el proyector a máxima oscuridad, pero ni aun así. Es posible que eches en falta un poco de luz en las imágenes. Y es que menos de 2000 lúmenes es señal de poca calidad.
- Poca distancia de proyección. Consiste en que te puede limitar según donde quieras colocar el proyector. Suelen tener una distancia máxima de 3’5 metros lo cual a lo mejor no te conviene y necesitas un proyector con más distancia.
- Poco Keystone. Esto significa que debes colocar el proyector en una posición determinada y que si por las circunstancias no te encaja bien, es posible que la pantalla no esté dispuesta de la manera en que deseas. Estos proyectores tienen un keystone de +-15 mientras que un proyector semiprofesional alcanza hasta los 40 grados de distorsión de los ejes.
- Enfoque centrado. Este es un comentario negativo que me he encontrado en opiniones de clientes sobre proyectores LED, que son estos de gama económica. El proyector enfoca más al centro dejando los bordes ligeramente (se entiende) desenfocados.
En definitiva, si en realidad deseas un proyector de video con el que poder ver cine del bueno, a calidad óptima, esta opción en un principio puede servir siempre que se adapte a tus exigencias y al sitio donde lo vayas a usar, pero si puedes gastarte un poco más, es mejor un proyector DLP, más caro, pero más eficiente y con mayor prestación que uno LED que no están hecho para ver cine en alta calidad.