Hace bastante tiempo que el Cine se mueve entre mínimos, no por una cuestión de presupuesto, que también, sino por una cuestión de esencialismo, un retorno constante al principio de lo cinematográfico. Este hecho se hace necesario a los buscadores de Cine, y es en estos festivales donde buceamos en las potencialidades del séptimo arte, eso que falta en muchas propuesta del Cine comercial, con grandes presupuestos y demasiados nombres que los desvirtúan.

Hasta el día 13 de Mayo la Cineteca de Madrid, la filmoteca y nuevos espacios como en la Casa del Reloj -y sobre todo la exportación de esos films a cada uno de los barrios de la ciudad- nos ofrecerán las diferentes competiciones como El clásico festival internacional de Largometrajes, el festival de Cortometrajes y mención importante al certamen será la producción nacional.

Este año la figura a revisar es el trabajo del documentalista norteamericano Ross Mcelwee, que estará en Madrid. Toda su obra autobiográfica entronca con el cine underground norteamericano de Jonas Mekas o Ken Jacobs, una variable propia con grados de comicidad, con escenas recurrentes a su propia familia o su vida personal, con ocurrentes episodios viajeros que colocan su cine bajo una mirada ensayística y filosófica del individuo norteamericano. El trabajo del cineasta a bordar desde la mirada persona y cotidiana una lectura siempre interesante de la Historia de los últimos 160 años en Estados Unidos. Su cine autorretrato es a la par una narración, con tildes cómicos, de la propia historia del país.