Sergio Ramírez (Masatepe, Masaya, 5 de agosto de 1942) recibió ayer 23 de abril, Día del libro, el premio Cervantes de manos del Rey Felipe VI. Las primeras palabras de su discurso de agradecimiento fueron para los nicaragüenses asesinados a lo largo de la última semana, más de treinta muertos en 4 días, por salir a la calle a protestar y a buscar justicia, y para los jóvenes que, aún así, se mantienen en la lucha. Daniel Ortega, presidente de la república al final se ha visto obligado por las protestas a anular su reforma de la Seguridad Social.

Sergio Ramírez literato y político

Sergio Ramírez no ha podido separar nunca sus dos oficios, o quizás, mejor dicho sus dos maneras de actuar, la literatura y la política, de hecho fue vicepresidente de Nicaragua desde el 10 de enero de 1985 hasta el 25 de abril de 1990, pero lo dejó al ir separándose cada vez más del sandinismo, según este iba adquiriendo una tendencia más autoritaria. Desde 1996 se dedica en exclusiva a la literatura.

El rey, Felipe VI también aludió en su discurso a los enfrentamientos en las calles de Nicaragua en estas horas difíciles toda España lleva a Nicaragua en su corazón” y dijo de Sergio Ramírez que “es el embajador de la lengua de todos, de Cervantes y de la patria de Darío”.

Al acto también acudieron Mariano Rajoy, presidente del gobierno, acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, con la polémica sobre su máster aún coleando.

Primer escritor centroamericano que gana el Cervantes

Ramírez es el primer escritor Centroamericano en ganar este prestigioso galardón, dotado con 125.000 euros.

Su condición de novelista, abogado, periodista, ensayista…hicieron que el jurado se lo otorgara de manera consensuada valorando que su obra “aúna la narración, la poesía y el rigor del observador y el actor… convirtiendo la realidad en una obra de arte”.

Cervantino y dariano, ato mi escritura con un nudo que nadie puede cortar ni desatar”, dijo Sergio Ramírez en su discurso, un nudo con el que une también la escritura en castellano a ambos lados del Atlántico.

Su homenaje franco a Rubén Darío, a quien considera el verdadero fundador de Nicaragua, país donde todos son “poetas”. Y a Cervantes, cuyo Quijote considera Sergio Ramírez el “libro entre Libros”.

Cerrar los ojos…es traicionar el oficio. Todo irá a desembocar tarde o temprano en el relato” porque la historia no se escribe nunca desde el lado de los vencidos pero la novela, la literatura permite reivindicar a aquellos a quienes la historia ignora, porque no toma partido "escribir es una conspiración contra las verdades absolutas". Se reconoce Sergio Ramírez deudor de los autores del boom y recuerda a Cortázar, Carlos Fuentes, García Márquez y Vargas Llosa.

Sergio Ramírez da las gracias a su familia

Tuvo también, Sergio Ramírez, palabras de agradecimiento para su familia, para su madre Luisa Mercado, profesora de literatura que le entregó su primer Quijote, obra de la que aprendió dos cualidades vitales, el humor y la melancolía.

“Siento que soy la síntesis de mis dos abuelos, el músico y el ebanista” qué preciosa definición de una prosa que aúna ritmo y materia, más si cabe cuando afirma que la mesa en la que escribe salió de las manos de su abuelo

Su padre del que dice que no era un hombre letrado pero sí sensible. Ayer junto a él estaban su mujer Tulipa, compañera infatigable “mejor novelista que yo, ha inventado mi vida”, sus tres hijos y sus ocho nietos “mi prole de la primavera del patriarca”.

A los 18 años publicó sus primeros cuentos, en 1970 publicó su primera novela “Tiempo de fulgor”, “Baile de máscaras”, “Margarita está linda la mar” –Premio Alfaguara en 1998, son algunas de sus 10 novelas, la última por el momento se titula “Ya nadie llora por mi”.

También ha publicado volúmenes de cuentos “El reino animal”, “Perdón y olvido” o “Flores oscuras”. Artículos, ensayos…

De Ramírez se ha dicho que “convirtió en ficción la realidad” y se le ha llamado el “Balzac nicaragüense”, ahora es el número 43 en los Premios Cervantes.