Joaquín Sabina nació en Úbeda, Jaén, en 1949. Cantante, poeta, pintor, uno de los artistas más grandes y populares de estos tiempos. Ha escrito grandes canciones que quedarán para siempre en nuestra memoria, además de un carácter singular que ha hecho de él un personaje carismático y a veces polémico.
Más que una biografía, lo que haremos es centrarnos en una serie de artículos sobre su carrera discográfica, que dividiremos en varias partes.
Esta es la primera
En sus inicios, empezó a desarrollar sus aptitudes colaborando con la revista Poesía 70, donde compartía páginas con Luis Eduardo Aute o Carlos Cano.
Poco después tuvo que exiliarse a Londres por lanzar un cóctel molotov contra la sucursal de un banco como protesta por el proceso de Burgos. Por aquel entonces la dictadura de Franco agonizaba, pero al fin y al cabo seguía siendo una dictadura y se seguía reprimiendo, encarcelando y condenando a muerte.
Allí en la capital británica, durante su estancia, se buscaba la vida cantando en el metro, en bares, también montó obras teatrales y escribiendo poesía de cuyos versos saldrían las canciones que formarían parte de su primer disco, Inventario.
Mi Vecino de Arriba
Tras la muerte de Franco, vuelve a España y consigue editar su primer disco que llevaría el nombre de Inventario, un disco que parte de la base de los poemas que había publicado en un libreto, Memorias del exilio, escritos durante su estancia en Londres.
El mismo Sabina financió el disco, en una tirada limitada de 1000 ejemplares, un trabajo qué pasó desapercibido ante el público y que es hoy una rareza que solo fans muy acérrimos del de Úbeda, aprecian. Un disco que a la mayoría de la gente no le gusta y que muestra a un Sabina muy diferente al que hoy conocemos.
Tiene un sonido muy genuino a época de la transición, debido a los arreglos típicos que se hacían durante esa época y en ese estilo con el uso de cuerdas, piano y otros instrumentos habituales por entonces, además el tipo de canciones que Joaquín compuso para ese disco ayudó bastante.
Basta con escuchar temas como Inventario, 1968, palabras como cuerpos…un LP que rememora a tardes otoñales.
Por otro lado, para ser justos, habría que mencionar detalles que nos anticipan al artista que íbamos a conocer poco después y que llegaría a ser lo que ahora conocemos. Tratado de impaciencia nº11 es 100% Sabina, que narra un desencuentro amoroso en una cita, descrito con la fina ironía que iríamos descubriendo en sus siguientes discos y mi vecino de arriba, que fue single, que además también tiene su carga su profundidad política al describir la personalidad de un vecino facha.
Estas dos canciones nos sirven como adelanto que luego disfrutaríamos en sus próximos discos.