El mundo del Antiguo Egipto siempre está lleno de misterios y ¡de nuevos hallazgos! Y así ha sucedido de nuevo bajo las acciones de un equipo de arqueólogos (de la Universidad de Alcalá) que ha descubierto 56 vasijas. El equipo estaba encabezado por Antonio Morales y gracias al trabajo de todos descubrieron qué materiales eran utilizados en las momificaciones ya que se conservaron dentro de las vasijas.
Más detalles de las vasijas
Debemos remontarnos hacia 4 mil años atrás, cuando estaba reinando Amenemhat I perteneciente a la dinastía XII. Las vasijas fueron utilizadas para la momificación del visir Ipi que era el alcalde de la ciudad de Tebas y por lo tanto, pertenecía a la élite.
Aunque nos parezca surrealista, estas vasijas ¡ya habían sido encontradas! Lo curioso del asunto es que las dejaron donde estaban. Así es, en 1921 y 1922 fue cuándo Herbert Eustis (egiptólogo norteamericano) encontró las vasijas en Deir el-Bahari, justo el mismo año que se encontró también al famoso Tutankamón. Las vasijas estaba concretamente en Lúxor, en frente de Tebas.
¿Qué es lo que pasó entonces? ¿Por qué no las cogieron? Se llevaron una mesa de momificación, cuencos, jarras etc. Fueron llevados al Museo Metropolitano de Nueva York. Sin embargo, no se llevaron las 56 vasijas que estabas situadas en una cámara. Quizá porque pensaron que carecerían de valor o porque al encontrarse en una cámara algo alejada, no las encontraron.
Es más, con el tiempo quedó sepultada por la arena y quedó así hasta nuestros días.
Otros datos del hallazgo de las vasijas
La importancia de las vasijas se centra en el contenido que portaban y que se ha conservado hasta hoy. Esto se debe a que estaban destinadas a la momificación por lo que conservar materiales e incluso órganos.
El hallazgo fue realizado por el arqueólogo Mohamed Osman y fue el equipo español el que se encargó de realizar la limpieza meticulosa de la cámara a la que se accedía mediante un patio.
Entrando en detalle, entre los materiales encontrados tenemos sudarios y sábanas de lino (de 4 metros de longitud) además de pañuelos, vendas y telas.
Todas ellas empleadas para cubrir a la momia en su totalidad. Lo más sorprendente es que Salima Ikram (profesora de Egiptología) encontró el corazón momificado de Ipi en una de las vasijas. Esto ha desconcertado a los especialistas ya que es una acción poco usual y es por eso que continuarán investigando el por qué de ello en el Antiguo Egipto.