Para que el alma tuviese un viaje correcto y pudiese sobrevivir en la otra vida, los antiguos egipcios tenían un ritual para ello. Consistía en la apertura de boca y ojos, para que el difunto pudiese comer y beber una vez hiciese el viaje. Es uno de los rituales más conocidos del Antiguo Egipto.
¿En qué consiste el ritual de la apertura de boca?
Los egipcios lo llamaban uep-rá. Para llevarlo a cabo, se necesitaba la estatua o en su caso, la momia del fallecido. Entonces, mediante magia se le introducía vida para que pudiera llevar a cabo su vida en el otro mundo.
Es decir, para que pudiese respirar, ver, hablar y comer. Sin embargo, este ritual no solo se llevaba a cabo con los humanos sino también con dioses mediante ceremonias en los templos. Incluso se podía aplicar este ritual a los animales sagrados.
Comentábamos que era uno de los rituales más conocidos. Esto se debe a que se conservar numerosas evidencias de su existencia desde el Antiguo Egipto. Antiguamente, era un ritual estrechamente relacionado con los faraones y los dioses, y no había necesidad de un sacerdote. Posteriormente, en el Nuevo Egipto se pasa a realizar la apertura de boca en la propia sala de embalsamamiento y, por último, se realiza en la propia ceremonial funeraria después de que la familia, los sacerdotes y las plañideras acompañasen al difunto.
Esto se siguió llevando a cabo hasta la llegada de los romanos. Por lo tanto, tiene un amplio recorrido.
Otros detalles del ritual de la apertura de boca
Era un proceso minucioso teniendo en cuenta que era clave para que el difunto viviese su segunda vida, un aspecto esencial de la cultura egipcia. Podía incluso durar varios días si el cadáver correspondía a una persona pudiente.
Todo el ritual se hacía mediante un sacerdote funerario, llamado por lo egipcios sacerdote sem. Este era la representación física de Horus, el dios hijo de Osiris y también del hijo del difunto primogénito.
Se utilizaban varios artilugios como un cuchillo con forma de cola de pez normalmente realizado en obsidiana. Los egipcios lo llamaban peseshkef. También había cuchillo con otras figuras como la cabeza de serpiente (muy utilizada en el antiguo egipcio) llamada uerhekau o la pata de un ternero.
Esta pata sería original, es decir, sería la pata de un ternero sacrificado durante el funeral. Con estos instrumentos se tocaban las partes esenciales en el ritual como la boca y los ojos. Al hacer este acto, se supone que esas partes quedaban en funcionamiento de nuevo.