Con mucho sentido del humor se lo tomó el escritor Mario Vargas Llosa, cuando, el entonces rey, Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Vargas Llosa. Más que de la importancia del título se trataba de reconocer su gran aporte a la literatura hispánica y agradecerlo en cierta medida.
Con humor, pues el escritor procede de un país republicano que no reconoce los títulos nobiliarios, pero se lo tomó como un gesto de cariño. Lo celebró con una frase ingeniosa y remarcó que seguría manteniendo igualmente su condición de plebeyo.
Vargas Llosa un divulgador de la cultura
Este solo es uno más de los múltiples reconocimientos que como literato ha ganado Mario por su contribución a la cultura universal, el Premio Cervantes, el Nobel, el Principe de Asturias se cuenten entre los más importantes de los mucho que ha recibido. Y es que si algo es evidente es que su pasión es “vivir” la literatura y escribir la vida, para el escritor todo es susceptible de escribirse. El autor peruano ha trabajado siempre como un infatigable divulgador de la cultura, para no ir más lejos, podemos mentar su trabajo en la colección de audiolibros “Mi novela favorita”, en donde actores profesionales narran obras maestras de la literatura universal.
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