Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, es el nombre completo de este enorme (en todos los sentidos) pintor mexicano, conocido por todos como Diego Rivera. Nacido en la provincia de Guanajato el 8 de diciembre de 1886, desde muy pequeño, Diego Rivera demostró que era una persona con muchas inquietudes que plasmaba en el dibujo. Ya de pequeño preguntaba y preguntaba por todo, le interesaba cómo funcionaban las máquinas, por eso llegaron a llamarle “El Ingeniero”.
Diego Rivera narrador en la Vida y en la Obra
Diego Rivera siempre tenía cosas que narrar, sus grandes murales son relatos pictóricos que nos muestran sus ideas y las historias del pueblo mexicano. Diego tenía un carácter fuerte y apasionado buscaba muchas veces la polémica. También en su trabajo, como cuando en el mural que le encargaron para el Rockefeller Center de Nueva York, que tituló El hombre en la encrucijada, incluyó la figura del dirigente ruso Lenin, obviamente ante su negativa a retirarlo el mural fue borrado.
En las reuniones sociales Diego contaba historias, a veces reales y a veces inventadas y en algunas ocasiones llagaba también a las manos. Muestra de ello es la historia que contaba diciendo que en cierta ocasión había escondido una bomba en su sombrero para asesinar al presidente Porfirio Díaz.
A los 10 años ya apuntaba maneras de pintor, así que su madre lo inscribió en las clases nocturnas de la Academia de San Carlos, al año siguiente le dieron una beca y permaneció adquiriendo una formación clásica hasta los 16 años. Posteriormente se le concedió otra beca para hacer un viaje que le permitiera completar su formación en España, tenía 20 años cuando llegó a Madrid.
Su contacto posterior con el París en las vanguardias, su a veces olvidada incursión en el cubismo.
Y más tarde su vuelta a México, donde fue uno de los muralistas más reconocidos, son hechos a veces obviados, tras la que fue su gran historia de amor con la pintora Frida Kahlo. Diego y Frida, su truculenta historia juntos consigue oscurecer a veces el valor de sus obras.
Rivera también narrador por escrito
Juan Coronel Rivera es uno de los nietos de Diego Rivera, artista el mismo, crítico e historiador del Arte, trabaja en mantener de actualidad la obra de su abuelo, al que no conoció. Dice que su abuelo era un gran narrador, fabulaba sobre lo real y lo inventado y en ese sentido lo sitúa como un antecedente del realismo mágico de Gabriel García Márquez y Juan Rulfo.
Memoria y Razón de Diego Rivera, es un libro autobiográfico, que en 1940, Diego Rivera dictó a la escritora cubana Lolo de la Torriente, en él se repasa la infancia, la juventud y las anécdotas de la vida de Diego Rivera.