En un acto que se considera inesperado y sorpresivo, la opera prima de Jordan Peele, "Déjame salir" ("Get out" en inglés), se dirige hacia los prestigiados premios Oscar, incluso cuando el respectivo género ha pasado por alto en este tipo de celebraciones. Sin embargo, probablemente no es casualidad que Peele y su film ganaran un lugar para el próximo 4 de marzo.

Del terror convencional a las nuevas propuestas

Durante sus primeras semanas, la principal crítica que esta cinta recibió se dirigía directamente hacia el género que se pretendía plasmar en ella: el terror.

Es decir, para propios y ajenos, "Déjame salir" se postulaba a sí misma en un ramo que realmente no había logrado alcanzar a lo largo de su historia.

De tal modo, recibió en cierta medida el rechazo y la indiferencia del público, más acostumbrado a ese tipo de miedo que necesita métodos contundentes y objetivos para impactar en su público: sangre (entre más sangre, más terrorífico), gritos desesperados y desgarradores mezclándose con los ruidos de una motosierra, más sangre y otros ruidos repentinos.

Debemos admitirlo, en cuestiones de cine también nos han adoctrinado para recibir de cierta manera cada género, director o saga. Porque, después de todo, nos enseñaron a respetar los viejos cánones del género en cuestión, pero jamás nos han mostrado cómo recibir las nuevas propuestas, las mismas que pueden desarrollar el miedo mientras se incluyen críticas sociales (en este caso, hacia el racismo; también abordado con cierta ironía), cuestiones sobre el estudio de la psicología humana, y otros detalles que, lamentablemente, pasarán desapercibidos para todo espectador que desee mantenerse más cuadrado que la propia Academia.

Pero, es así como trabaja esta cinta, abordando el miedo y el lado más obscuro de la humanidad desde los confines de la propia psicología o, al mismo tiempo, mostrando un panorama que todavía suele pasar desapercibido y, sin embargo, nunca ha dejado de ser inquietante: los prejuicios raciales y su impacto en la sociedad, en la vida y la conducta de los seres humanos.

Además de ello, nos muestra qué tan fácil es manipular a las masas cuando se les presenta la promesa de una supuesta superioridad, una mera ilusión fundamentada en las mejores dotes del orador capaz de convencer a los individuos.

¿Qué pasará cuando llegue a la alfombra roja?

Probablemente veamos reacciones tan contradictorias como las primeras opiniones que generó durante su estreno.

En cualquier caso, no cabe duda que esta cinta dejará su huella en los premios Oscar, donde podremos comprobar cuál es el veredicto de los expertos; o bien, sentará las bases para los nuevos cánones de Terror, ahora conceptualizado como un posible estudio de la psicología humana, y no como un género donde se sobre explotan los mismos recursos todo el tiempo.