La Ciudad de México cuenta con un gran número de museos que varían en tema y forma. Podemos encontrar espacios donde albergan colecciones de arte europeo, pero también hay sitios dedicados al chocolate y la caricatura.
Por ejemplo, se han preservado colecciones privadas en edificios que alguna vez funcionaron como grandes palacios, o bien, se han edificado nuevos inmuebles para resguardar muestras de fotografía o artesanías, entre otros. Uno de estos museos, sin embargo, adquiere cada día un mayor papel en la vida social de la urbe, y sobre todo en la actualidad, donde nos enfrentamos al rechazo de la diversidad y la violencia como una expresión recurrente.
Sin duda, en una sociedad donde la discriminación, la estigmatización y el odio a las diferencias son prácticas constantes, apostar por la transformación social y la justicia representan un verdadero reto, pero a pesar de todas las posibles dificultades y obstáculos, el museo Memoria y tolerancia continúa ofreciendo su mayor esfuerzo por preservar la memoria y difundir un mensaje de paz.
El Museo Memoria y Tolerancia
A diferencia de otros tantos museos, en Memoria y Tolerancia no encontraremos piezas de arte que nos recuerden el esplendor del Romanticismo y la Academia; no contemplaremos las maravillas del universo ni seguiremos de cerca la evolución de la vida. Antes bien, comenzaremos por recorrer la Alemania Nazi, donde millones de seres humanos fueron despojados de sus derechos, pertenencias, familias y más tarde, la vida misma; marcharemos acompañados por la propaganda del partido Nacionalsocialista, pasaremos por los guetos y veremos en qué condiciones sobrevivieron los judíos que alcanzaron a ver la llegada de los aliados.
Pero, ya que el sufrimiento de la Segunda Guerra Mundial no fue suficiente, también continuaremos con los genocidios en Ruanda, Ex-Yugoslavia, Guatemala, Camboya y Darfur, donde la violencia ignoró los tratados establecidos y continuó despojando a millones de seres humanos de sus derechos. Pero, ¿con qué motivo? Para mostrarnos las consecuencias de la intolerancia, el racismo o la xenofobia.
Y sobre todo, para recordarnos que olvidar tales crímenes significa la posibilidad de permitir que se repitan, pues donde hay olvido o indiferencia, no puede haber justicia ni transformación.
Más tarde nos mostrarán precisamente el valor de la tolerancia, entendida como "la relación armónica de las diferencias” y nos invitarán a reflexionar sobre su importancia en nuestra vida cotidiana, mientras identificamos los síntomas de la discriminación o el poder de los medios sobre nuestra forma de percibir a los otros.
¿Por qué visitar este museo?
Acabamos de terminar un año 2017 que se caracterizó por las olas de violencia a nivel internacional: generada gracias a la incapacidad de aceptar que los otros son diferentes, con ideas, religiones y sistemas políticos propios, pero no menos importantes que los nuestros. Los actos de guerra y terrorismo finalmente arrojaron un sin número de víctimas, pero ante la indiferencia y la falta de memoria, seguramente continuarán encabezando las primeras páginas de los periódicos internacionales.
Ante tales circunstancias, no podemos negar la necesidad de traer a la vida social más espacios como este, donde hombres y mujeres, niños y adultos, nacionales y extranjeros, tengan la oportunidad de reflexionar y posteriormente crear una mayor consciencia sobre la importancia de ser tolerantes para no repetir tales eventos y sus repercusiones inmediatas.
Visitar este museo nos permitirá mantener viva la memoria de todas aquellas personas que perdieron la vida durante los más crueles periodos de violencia en la historia de la humanidad, nos acercará más a la convivencia armónica y nos brindará una visión completamente distinta de lo que implica aceptar y reconocer los derechos de otros seres humanos.
¿Cómo encontrar este museo?
El museo Memoria y Tolerancia se encuentra ubicado en Avenida Juárez No 8, en la colonia Cuauhtémoc, de la Ciudad de México. La estación de metro más cercana es Bellas Artes.