Andy Warhol (Pittsburgh, 1928 – Nueva York, 1987) fue muchas cosas, desde mecenas, cineasta, pasando por provocador y sobre todo empresario y relaciones públicas de su propia obra. Su evolución artística se desarrolló desde el Diseño gráfico y eso definió toda su obra, esencialmente de carácter reproductivo, mecánico. El Arte mecánico el nombre de la exposición que se llevará a cabo hasta el mes de Mayo, responde a esa esencia reproductiva y ruptural frente a la obra única, herencia del legado artístico religioso. Usó variadas técnicas y máquinas...
la pintura, la serigrafía, las grabadoras de vídeo. Todo se englobaba en una sinergia industrial como una línea de producción. El afán fue esencialmente provocador y de alguna manera anti-espiritual desde la lógica del consumo. Si en el Arte Antiguo, la cosmogonía religiosa. la imagen de Dios y el Mesías, suponían los iconos de adoración. Son los productos de consumo, el dólar, el automóvil, las latas de Cocacola, y sobre todo, sus santos, los nuevos mitos de la cultura de consumo, sus estrellas políticas y atísticas. No es extraño contemplar a Marilyn Monroe, Elvis Presley o Elizabeth Taylor, James Dean en sus obras, los nuevos Mesías de una sociedad de consumo que invariablemente ya no necesitaba obras únicas, sino todo lo contrario, esas obras debían responder a la forma de producción mecánica de su propio tiempo. A la publicidad y la reproducción masiva para que tuvieran éxito. Sus obras son únicas, pero sus reproducciones, le hicieron inmortal.