Cuando se habla del arte, en su sentido estricto, nos topamos con un concepto que nos habla de "la disposición, habilidad y virtud de realizar alguna cosa". Ésta y muchas otras definiciones explican que el Arte es la capacidad que se tiene de transformar o recrear algo existente, mediante sonidos, colores u otros elementos visuales; pero, para aquellos cuya alma está cubierta de sensibilidad, éste podría ser un tecnicismo con esquinas poco pulidas. Se piensa: el arte es tanto, es más, ningún concepto podría abarcar sus formas.

¿Sólo los que saben del arte como técnica saben admirarlo?

Es, tal vez, esta pregunta la razón inicial para intentar entender lo que alrededor de este maravilloso tema suscita. Si es impreciso clasificar la belleza, y el arte en su pureza no es más que un sinónimo de esta palabra, ¿por qué fraccionarla? Si bien es sabido, es imposible minimizar la expresión que emite un buen cuadro, un buen libro, una buena pieza musical, una escultura famosa; sabiendo también que los más eruditos en el tema, pueden extenderse a apreciar las nobles energías que un trabajo etéreo puede dar; pero, ¿esto es todo en el arte? Desde un ángulo bastante angosto y personal, estos elementos sólo son un mira microscópica de lo que el arte en su sentido amplio puede transmitirnos, porque lo sublime de lo que nos rodea y vemos cada día, no puede ser más que un espejo de un término tan inefable y maravilloso.

Los más afectivos e hiperestésicos pueden encontrar arte en una mirada, en una hoja seca en octubre o en el misticismo encanto de una sociedad apurada queriendo llegar a su destino; en un saludo y un café, en el preticor y las mañanas, en el pantalón rasgado y las palmas suaves, en el cabello de un extraño que espera el mismo bus que tú, en las noches frías, en el abrazo amable de una madre en la distancia, en las pulsaciones, en las quejas y dolencias, en la composición del ser: porque entendemos que, somos y estamos para ser una maravillosa serendipia que en su ironía, busca encontrarse con otra.

¿Qué es el arte para los más sabios?

Desde la amplitud de las emociones y concepciones propias, se entiende que, es irresponsable no saberse ávido de lo que compartimos con el resto de la humanidad, y, claramente, de sus ideales sobre temas tan preciosos como el que hoy rasgamos. ¿Cómo no cuestionar lo que dictan las definiciones de los autores y artistas, si a partir de ellas, se va tejiendo en nuestros adentros la majestuosidad de nuestra sensatez y cordura?

Porque después de saber que, para Hubbard "el arte no es una cosa, sino un camino", que para Bresson "No hay arte sin transformación", que en relación, para Gautier "Sólo el verdadero arte es eterno", o que, por el contrario, para Baudelaire el arte no es más que prostitución; sólo nos queda entender lo ambiguos que somos, y crear de esto, nuestra propia versión y valoración del arte en su ademán más sublime y extenso: la cual, muy propiamente, tiene su analogía en lo que nos reza Bernard Shaw cuando habla del arte como un espejo bastante particular: el espejo del alma ("Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma").

Amemos la complejidad de las formas. ¿Qué es para ti el arte?

"Para expresarnos como artistas en el mundo, nosotros no podemos destruirlo ya más. Lo que tenemos que destruir es a nosotros mismos", Alejandro Jodorowsky.