Si hay una joya arqueológica en España que despierta interés por su conservación y por trasladarnos a esa Península Ibérica anterior a los romanos, esa es la famosa Dama de Elche.

Su historia fascinante, desde su hallazgo en agosto de 1897 por sorpresa en el yacimiento de La Alcudia hasta su regreso de su periplo por tierras desconocidas tras la adquisición del Museo Louvre de la mano de Pierre Paris, convierte a la mítica Dama en un tesoro de incalculable valor. Pero ¿estamos ante un tesoro real del siglo V a.C.?

En 1995, el profesor John Moffitt, de la Universidad de Nuevo México, causó una gran polémica que todavía tiene su eco: argumentó que la Dama de Elche era un fraude histórico.

Moffitt realizó un exhaustivo análisis que quedó plasmado en su ensayo Art Fogery: the case of Lady of Elche, que giraba en torno a una falsificación de la pieza arqueológica. Aseguraba que la Dama de Elche fue realizada el mismo en que se descubrió, aprovechando la estancia del arqueólogo Pierre Paris en España, para ser vendida como otros tantos restos de la época que resultaron ser un timo.

Basándose en estudios llevados a cabo antes de su análisis, el investigador dictaminó que la Dama de Elche es anacrónica; con detalles etruscos, griegos y romanos no conocidos por los íberos; y con un estado de conservación sospechoso. También apunta que el emplazamiento donde se descubrió se trataba de un yacimiento romano y no íbero, y que además se encontraba enterrada prácticamente en la superficie de la tierra.

El compendio de casos Enigma escrito por Juan Antonio Cebrián, Bruno Cardeñosa, Jesús Callejo y Carlos Canales (2005) indaga en el asunto. Cita las teorías de Moffitt y recoge la opinión de un arqueólogo experto como Ramos Fernández, que sostiene que Ilici, la antigua Elche romana, fue totalmente destruida en su desaparición; todos los restos que han aparecido están despedazados.

Por tanto, la perfección que muestra la Dama, sin un arañazo, crea má interrogantes que respuestas. Esta obra añade que jamás se ha realizado la prueba del Carbono-14, clave para datar cualquier hallazgo y para resolver el misterio sobre su autenticidad.

A pesar de la polémica de las últimas décadas, la Dama de Elche sigue siendo un símbolo para los ilicitanos y una reliquia considerada como una reliquia procedente de tiempos inmemoriales. A día de hoy, sigue siendo el mayor atractivo del Museo Arqueológico Nacional en Madrid, que se encarga de ponerla a salvo de los achaques del tiempo.