Pasan los años y las décadas, pero las historias que ya conocíamos de antes vuelven al presente gracias a grandes directores y actores, que nos hacen despertar ese niño que llevamos dentro y sobre todo, volver a retroceder a aquellos maravillosos años.

Sería raro que no hayas visto la nueva versión de La Bella y La Bestia o la del famoso payaso It. Estas versiones, entre otras muchas, suponen por una parte la renovación en el Cine al contar historias pasadas con algún toque moderno y actual.

Con esto nos referimos a que nos cuentan la misma historia pero con otros toques distintos que hacen que el espectador se levante de su sofá y acuda al cine a ver la película.

Algo que funciona

Poco a poco van surgiendo más títulos que nos suenan y que pertenecen al pasado de nuestra vida fílmica. Pero el detalle principal es saber porqué estas películas consiguen tener mucho más éxito que muchas otras que son totalmente originales y con historias nuevas.

Pues bien, por un lado, hay muchos seguidores o fans de conocidas series y sagas, incluso de personajes, que desean saber más sobre ello con necesidad de que esa historia nunca acabe.

Es una buena estrategia de marketing conseguir continuar la historia de un personaje que ha marcado a muchas personas, porque eso puede originar un gran éxito asegurado. Además no sólo ocurre en las películas, también varias novelas o sagas literarias han tenido que continuar con la vida de uno de los personajes en diferentes tomos, ya que los fans querían saber más sobre ello.

Y por otro lado, está el contacto emocional y empático que siempre se intenta conseguir con buenas estrategias emocionales dentro del marketing. Aquí está la cuestión de volver a empatizar y sentir de nuevo nostalgia por aquello que nos gustaba hace años, en este caso por un personaje, por ejemplo. Esta burbuja emocional y nostálgica por las historias ya vividas es el factor clave del éxito de estos remakes.

Una cita especial

Cuando se anuncia la fecha de estreno de un gran taquillazo, todos esperamos impaciente a que llegue. Sentimos las ganas de volver a emocionarnos con La Bella y La Bestia mientras cantamos las canciones, volver a sentir miedo con el payaso terrorífico It o hasta incluso ganas de bailar con Dirty Dancing. Todo esto nos produce una sensación extraña al pensar que estamos reviviendo algo que ya vivimos durante mucho tiempo.

Pero no ocurre únicamente con el cine, también existen series que se basan en épocas pasadas como es el caso de Stranger Things, cuya historia está ambientada en los años 80 y su éxito ha sido asombroso. De hecho, sus seguidores ya esperan ansiosos la segunda temporada que pinta muy bien.

En definitiva, los consumidores son atraídos por estos productos antiguos y novedosos a la vez, pero con la intención de que sientan una experiencia que les mueva y les produzca nostalgia sobre lo que ven. Esta técnica hasta ahora ha funcionado, con lo cual no se descarta que se sigan haciendo con otro títulos famosos y otras historias que nos hicieron crecer.