La música influye en tu estado de ánimo

Disfrutar de una melodía que nos agrada genera una emoción particular y nos transporta a un estado interior de bienestar.

En ocasiones, según cuál sea nuestro estado de ánimo escuchamos canciones que nos reconfortan, nos alegran, nos excitan o que por el contrario provocan emociones de tristeza, nostalgia o desamor. En estos casos la Música funciona como una especie de catalizador o desahogo.

La música y el estado de ánimo están estrechamente interrelacionados: escuchar una canción triste o feliz en la radio puede hacerte sentir más triste o feliz.

Sin embargo, tales cambios de humor no sólo afectan cómo nos sentimos, sino que también cambian nuestra percepción. Es decir, podremos reconocer rostros felices si nosotros nos sentimos felices.

Un estudio del investigador Jacob Jolij y del estudiante Maaike Meurs del Departamento de Psicología de la Universidad de Groningen muestra que la música tiene un efecto aún más dramático en la percepción.

Jolij y Meurs pidieron a sus sujetos de prueba realizar una tarea en la que tenían que identificar caras felices y tristes mientras escuchaban música feliz o triste. La música resultó tener una gran influencia en lo que los sujetos percibieron: las caras felices que coincidían con la música se identificaron con mucha mayor precisión.

E incluso cuando no se mostraba ninguna persona feliz, los sujetos a menudo afirmaban que reconocían a una cuando escuchaban música feliz y triste cuando escuchaban música triste.

El resultado final de este proceso de comparación es lo que eventualmente experimentamos como realidad. Los resultados de la investigación sugieren que el cerebro acumula expectativas no sólo sobre la base de la experiencia sino también sobre su estado de ánimo.

Sintoniza la música que te produzca felicidad

Es muy importante que seas selectivo con la música que escojas, pues aquella que te permita experimentar sensaciones positivas por su letra y su melodía puede conectarte contigo mismo y servirte de fuente de inspiración y de conocimiento.

Escuchar música puede llegar a ser una experiencia sublime, cuando nos dejamos llevar por ese acompañante invisible que danza secretamente con nuestro espíritu en una intimidad perfecta capaz de provocarnos momentos de verdadero éxtasis.

La música tiene un maravilloso poder de transformación y es, sin lugar a dudas, un “instrumento” que puede ayudarnos a cambiar nuestras vidas.