No lo veremos vestido de explorador con un látigo en la mano, pero aún así su apodo de “Indiana Jones” es merecido, no en vano cuenta entre sus éxitos el haber recuperado los cuadros “La adolescencia” de Salvador Dalí, “La Música” de Tamara Lempicka y la escultura Los Caballos de Thorack, el artista favorito de Hitler.
Cuando se produce un robo en un museo o en una colección privada, el de Arthur Brand es uno de los primeros nombres que suenan para buscar ayuda, él analiza el estilo del robo y después deja caer mensajes en los círculos adecuados.
Mantiene tres principios en su trabajo, el de no vulnerar la ley, mantener la palabra dada y negociar sin tregua hasta lograr su objetivo. Perspicacia, tenacidad y contar con los contactos adecuados…un trabajo que no deja de entrañar riesgos.
Brand estudió Relaciones Internacionales e Historia, junto a dos socios fundó su empresa Artiaz en 2011. A pesar de la fama que le ha dado la recuperación de estas obras famosas, calcula que el 70% de su trabajo es una lucha contra el Tercer Reich, trabajando para familias judías que buscan los bienes de los que fueron despojados sus antepasados.
Brand se implica en este trabajo que para él va más allá de la legalidad de devolver los objetos a sus legítimos propietarios, es un valor moral, mantiene, compensar de alguna manera a estas familias, que en muchos casos fueron forzadas a malvender sus bienes pensando que así salvarían sus vidas.