Si hay que mencionar uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de Madrid, es inevitable pensar en la Plaza de Cibeles, donde la fuente de la diosa observa atentamente a todo el que pasa por sus dominios. Colocada en aquellos tiempos en los que el rey Carlos III ("mejor alcalde de la Villa") decidió modernizar la capital, la fuente de Cibeles dista mucho de ser una mera decoración de una importante deidad clásica.

Y lo que poca gente sabe es que estuvo a punto de ser expuesta en el Real Sitio de La Granja y no en el centro de Madrid.

La fuente ha sido testigo de curiosidades que no se recuerdan y que tienen que ver con el fútbol. Poca gente se acuerda de que hasta el año 1992, tanto los aficionados del Real Madrid como del Atlético de Madrid celebraban sus títulos en la misma fuente. Ese año, el Atlético venció al Real Madrid por 2 a 0 en la final de la Copa del Rey y decidieron festejar el título en la cercana fuente de Neptuno, pues consideraban a la Cibeles como "infectada" por los hinchas madridistas.

Llamó la atención la misteriosa desaparición de su verja en 1895, cuando se decidió realizar un leve cambio de ubicación, de estar pegada a la actual Casa de América a situarse en el centro de la plaza. Nadie sabía cuál había sido el paradero de la verja y las autoridades no daban explicación alguna. Al final se descubrió que fue trasladada clandestinamente a la sede de la banda de cornetas y tambores de la policía municipal que estaba en el Puente de los Franceses.

También los libros de Historia de Madrid mencionan cuando la fuente de Cibeles fue cubierta por una aparatosa estructura de ladrillo con forma de pirámide durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Dentro de aquella pirámide, la Cibeles estaba rodeada de sacos de arena para evitar que fuera destruida a causa de los bombardeos que sufría Madrid en la contienda.

Es famosa la imagen de los madrileños retirando la protección cuando la guerra finalizó.

Pero sin duda la historia más curiosa que siempre ha rodeado a la emblemática fuente es la que tiene que se relaciona con la cámara del Banco de España. Según una leyenda urbana, en el supuesto de que las alarmas de la Cámara del Oro del Banco saltaran debido a un intento de robo, el agua de la fuente de Cibeles descenderían para inundar las habitaciones en las que están las reservas en pocos segundos. Lo cierto es que existe una canalización que va desde los leones de la estatua a la cámara acorazada. Por tanto, se puede decir que los leones no solo franquean a la diosa Cibeles, sino que también son guardianes del oro español.