El río Lobos derrocha magia. A su paso por la provincia de Soria crea un complejo kárstico que, junto a las aguas subterráneas, provocan un entramado de cuevas singular en la Península Ibérica. Pero el Cañón del Río Lobos no solo es único por su morfología u orografía, sino que es uno de los lugares más mágicos de España, ejemplificado en esa ermita de San Bartolomé y los secretos que guarda.
El Castillo de Ucero
Relacionada con las ruinas del Castillo de Ucero, esta pequeña ermita románica ha estado siempre vinculada a las historias que se cuentan de los Templarios, siempre en el punto de mira por sus conocimientos no accesibles a todo el mundo.
La propia advocación a San Bartolomé puede ser un signo de acercamiento a ese mensaje secreto templario: de San Barolomé se ha dicho que sabía de todo, que tenía poder sobre los demonios y que su muerte por desollamiento recuerda a esa serpiente que muda su piel y que tanto tiene que ver con el cambio que se produce en el iniciado cuando accede al conocimiento.
Los detalles de la ermita de San Bartolomé también se han interpretado como claras alocuciones esotéricas, como los mandalas iniciáticos o un pentalfa realizado por corazones colocado dentro del Círculo Protector que se ha querido ver como esa quintaesencia alquímica. También existen ornamentos en los canecillos que rememoran a Géminis, el Laberinto alquímico o el Baphomet entre otros.
Además aparece esculpida una letra "H", muy utilizada por las sociedades secretas para rendir homenaje a Hiram, maestro encargado de construir el mítico Templo de Salomón.
Dentro se encuentra la capilla de la Virgen de la Salud
Dentro del templo religioso se encuentra la capilla de la Virgen de la Salud, que alberga una losa en el suelo con la cruz patada, símbolo templario.
La losa recibe el nombre de la "Piedra de los Caballeros" y la tradición cuenta que cuando es iluminada por la luz que entra por el rosetón la persona que se coloque sobre ella puede ser curada de sus dolencias.
Queda patente que la ermita del Cañón del Río Lobos tiene todos los detalles para estar asentada en lugar mágico.
Su emplazamiento en un enclave de poder, su telurismo y su relación con los templarios hacen que pueda ser considerada como una de las Mecas de la España Mágica.
"La meta secreta de los templarios"
Sin embargo, el misterio no acaba aquí, se añade "más leña al fuego" con la supuesta equidistancia que defiende Juan García Atienza en su libro "La meta secreta de los templarios". Según el autor, la ermita de San Bartolomé es equidistante entre los extremos de la Península Ibérica, como serían el Cabo de Creus y Finisterre, siendo la distancia entre estos lugares de la ermita de 532'744 km. Con este argumento, Juan García Atienza pretendía demostrar que los Templarios tenían amplios conocimientos matemáticos y cartográficos que la Historia oficial no les ha reconocido.
Ángel Almazán vas más allá, asegurando que la ermita de San Bartolomé es uno de los "centros del mundo", un axis mundi donde se comunica el mundo superior con el mundo inferior. Por tanto, sería un verdadero lugar de inicio donde el Hombre transciende. Más allá del misterio que rodea a la ermita del Cañón del Río Lobos, se puede decir que representa lo mágico y a esas sensaciones que el ser humano solo experimenta en determinados lugares donde se entra en comunicación con lo que no se comprende: lo desconocido.