La obra de Otero Regal se divide en dos partes, la obra artística que puede verse en la parte de arriba del museo y en las diversas exposiciones que realiza y la obra comercial que es la que permite cubrir los gastos del complejo y de las 8 o 10 familias que más o menos viven de él.

Cuando se le Pregunta a Alfonso Otero Regal que espera del futuro, responde que poder dedicarse un poco más al apartado artístico, en el que le interesa seguir haciendo un poco de todo desde crear obras cerámicas un poco más grandes a la ilustración de libros. No en vano cuenta con el Premio Nacional de Artesanía, el más importante que puede recibir un artesano.

Ríe cuando Penélope comenta que es un poco como un artista del Renacimiento.

Con respecto al apoyo de las instituciones al trabajo de los artesanos dice que no es suficiente por lo general. La única subvención que ha recibido el Centro Regal-Xunqueira provino de la Comunidad Europea y fue por creación de puestos de trabajo. Plantea que quizás debiera ayudarse más desde las instituciones públicas en la promoción de este tipo de iniciativas.

Por otro lado, Alfonso Otero Regal se define como una persona “políticamente incorrecta” (sólo hay que ver la bandera republicana que preside su estudio para entender porqué no es muy apreciado entre el estamento político) y valora mucho la capacidad que te da el no depender de nadie más que de tu propio esfuerzo.