El Arte como la vida no es algo estático, su concepción y significado son susceptibles de cambiar atendiendo a diversas variables. Los paseantes que estos días tengan la suerte de pasear por Nueva York, pueden ser conscientes de uno de estos cambios de significado circunstanciales en Wall Street, más concretamente en Bowling Green.

Allí, podemos ver enfrentadas dos esculturas realizadas en bronce, una representa a un toro fuerte, en actitud de embestida, con la cabeza ligeramente agachada mira al frente mientras parece mover una de sus patas delanteras rascando el suelo.

Esta imagen del toro lleva dispuesta allí desde 1989.

Recientemente, con motivo de la celebración del Día de la Mujer, la firma de inversiones State Street Global Advisor, le encargó a la artista de nacionalidad uruguaya, Kristen Visbal, la realización de otra escultura que sirviese para ser un toque de atención sobre la brecha existente en cuanto al género de los trabajadores en el mundo de los negocios. Es de todos conocido que Wall Street es prácticamente un mundo de hombres.

Así, Kristen Visbal, inspirándose en la valentía de dos niñas que conoce, realizó la escultura en bronce de una niña de entre 7 y 10 años que actitud firme y brazos en jarras parece enfrentarse al toro, sin temer la furia de su embestida.

La estatua de la niña ha sido llamada “Niña sin miedo”, a sus pies se ha colocado una cartela que reza “ Conozca el poder de las mujeres en el liderato. Ella marca la diferencia”.

La ciudad de Nueva York tiene prevista la retirada de esta escultura el día 2 de abril, pero dos organizaciones, Care2 y Change.org han emprendido campañas para que se quede, al igual que el toro, de un modo permanente, así mismo ha surgido un hastag para pedir su permanencia, #Fearlessgirl, ya que plantean que el problema de la discriminación hacia las mujeres no es algo temporal.

Sin embargo, Arturo di Modica, el artista italoamericano que en 1989, en un acto considerado casi como de vandalismo artístico, colocó la escultura Charning Bull (ya conocida como el Toro de Wall Street) a la salida del edificio de la bolsa, no está contento. Considera que se desvirtúa el significado de la obra que él regaló a la ciudad: “mi toro es un símbolo de América, un símbolo de prosperidad y fuerza” mantiene, una manera de celebrar el resurgimiento de la economía tras la caída de la bolsa en 1987.

Sinceramente al ver la imagen por internet, no he podido evitar pensar en una vieja historia que está muy de moda estos días “La Bella y la Bestia” donde fuerza y ternura van de la mano en la búsqueda de un mundo mejor.