Los estibadores de los puertos asturianos de Avilés y de Gijón han secundado en su totalidad la huelga de 48 horas convocada ayer por los sindicatos, tras no alcanzar un acuerdo con la patronal Anesco (Asociación nacional de empresas estibadoras y consignatarias de buques). El paro en esta ocasión ha afectado mucho más que los realizados en días anteriores, en especial en el puerto gijonés donde tres buques no han podido ser descargados.

Ayer representantes de los trabajadores y de los sindicatos Coordinadora de Trabajadores del Mar, UGT, CC.OO., CIG y CGT estuvieron reunidos durante más de tres horas con representantes de la patronal, pero no consiguieron llegar a ningún acuerdo, con lo que se mantuvo el paro programado durante 48 horas.

También se mantienen, en principio, los paros intermitentes que están programados para los días 19, 21 y 23 de junio.

Sin embargo, el diálogo se mantiene, pues ambas partes están dispuestas a llegar a un acuerdo que consiga solventar una situación que no beneficia a nadie. En ninguna de las localidades se han registrado incidentes reseñables, aunque los trabajadores si se han manifestado defendiendo sus intereses, bajo el lema "ni un paso atrás" . La huelga, es secundada por el sector de la estiba a nivel nacional, Iñigo de la Serna, Ministro de Fomento, se lamentó de la falta de acuerdo entre las partes, calificando la noticia como "pésima" manteniendo que de esta situación solo resultará un perjuicio para la economía del país.

Se cifran en 36 millones de euros las pérdidas provocadas por los paros de la semana pasada.

Los sindicatos entre otras medidas proponían adelantar ya un 10 por ciento la bajada de los sueldos. Pero la patronal rechazó aceptar ninguna medida hasta este viernes en que se reúnan sus miembros en asamblea. Toda esta situación se deriva de la reforma de la estiba aprobada en el Congreso de los Diputados el 18 de mayo, en el segundo intento.

La mayor reivindicación de los trabajadores es que se les asegure la continuidad en sus puestos de trabajo mediante la subrogación de todos los trabajadores del sector. Además, están dispuestos a que se les efectúe ya una reducción salarial y a que en cada puerto se abra un proceso negociador que permita mantener estructuras competitivas.

Se trata de un conflicto que ya se prolonga desde hace unos cuatro meses con lo que se considera este paro como una medida de presión para agilizar las negociaciones.