La de los Premios Goya es la ceremonia más importante todos los años para el Cine español, como en casi todas las galas relevantes, los protagonistas premiados aprovechan su discurso de agradecimiento para realizar reivindicaciones de tipo político y social y a veces personales que quedan reflejadas para la posteridad.

Quejas contra la guerra, contra las malas condiciones en los hospitales, contra decisiones del gobierno, especialmente la subida de impuestos en el ámbito de la cultura. Este año pese a la buena noticia que supuso la aprobación por parte del Congreso de los Diputados dos días antes de la bajada del IVA cultural, que era la reivindicación principal desde hace cinco años, también hubo quejas.

La actriz Cuca Escribano llevaba un chal con la leyenda “más personajes femeninos”. Cristina Rodríguez comentó “dicen que vivimos como reyes, pero hay un paro del 50%”. El director de cine Raúl Arévalo se decidió a desplazarse hasta la sede Génova del Partido Popular, para regalarle al presidente del gobierno Mariano Rajoy tres películas de cine español para que las vea y pueda apreciar el cine que se hace en nuestro país. Y es que el presidente reconoció no haber visto ninguna de las películas nominadas a los Goya. También se comentó en la gala que solo el 8% de los actores pueden vivir de su profesión y la desigualdad entre hombres y mujeres.