La crema de natillas es, sin duda, uno de los clásicos de la cocina y está en la base de muchos postres. A pesar de la variada "kermesse" de cremas y rellenos que representan una novedad en la cultura de los postres, la crema de natillas se queda siempre al vértice de la clasificación en su categoría junto con la clásica crema de chocolate. Una crema indispensable de orígenes inciertos, musa inspiradora de muchas variantes de las cocina de las cuales tenemos una historia más definida.
Francia e Italia compiten por ser reconocidas como las creadoras de semejante delicia que además se ha vuelto parte casi indispensable de la cocina dulce, aunque una cosa es cierta: se utiliza sobre todo como relleno para pasteles típicos de las dos naciones.
Tartas, buñuelos, croissants, tortas de cumpleaños devienen bases impecables y recipientes sabrosos que preven el clásico uso de esta crema popular. Pero, ¿cómo se prepara?
Ingredientes para 1 kilo de crema de natillas:
- 6 yemas de huevo
- 25 gramos de harina
- 20 gramos de almidón de maíz
- 500 ml de leche entera
- 140 gramos de azúcar
- 1 bolsita de vainilla o la cáscara de un limón.
Preparación:
En una cacerola grande con fondo groso y amplio hervir la leche con la vainilla o la cáscara de un limón precedentemente lavado y posiblemente biológico. Batir las yemas de huevo con el azúcar y muy vigorosamente durante 5 minutos. En este sentido, se puede utilizar un batidor eléctrico.
Incorporar en las yemas de huevo batidas la harina y el almidón de maíz tamizado para evitar grumos durante la preparación. En este punto, quitar la cáscara de limón en la leche y añadirla en la mezcla. Mezclar bien para permitir a los ingredientes de mezclarse bien y poner todo de nuevo en la cacerola y cocinar a fuego lento, mezclando constantemente y teniendo cuidado con los grumos.
Una vez conseguida la justa densidad dejar enfriar, mezclando de vez en cuando. Podéis usarla para rellenar sus postres favoritos o para comerla en pequeños vasos o en pequeñas tazas como un simple postre.
