Mesario, qué palabra tan bonita y tan poco oída o escuchada. Todo el mundo sabe lo que es un aniversario pero no un mesario....

    Tengo claro que sabeis a qué me refiero cuando empleo esta palabra. Seguro que incluso algunos o algunas os reiréis cuando la oís, pues alguna vez lo habéis hecho delante de mi. Pues bien, por si queda alguna duda, un mesario es la celebración que haces con tu pareja cuando llevas un mes con ella. ¿Os parece absurdo? Pues a mi no, y es algo que llevo haciendo con mi actual pareja desde que la conocí.

    Me parece un detalle bonito, romántico y una manera de que un día al mes, al menos, tengas un sitio exclusivo en tu mente solo para tu pareja.

    Yo lo que hago es que cada 30 días le regalo una rosa coincidiendo con los meses que llevamos, es decir, una rosa el primer mes, dos rosas el segundo y así hasta llegar al duodécimo mes o Aniversario, que aparte de las 12 rosas correspondientes, va una cena en un sitio de esos que no te puedes permitir cualquier sábado del año. Y con ese detalle, aunque repetitivo y esperado, le demuestras a tu pareja lo que la quieres y lo enamorado que estas de ella. 

    ¿Por qué empecé mi aventura bloguera con este articulo? Como habréis adivinado, hoy es mi Mesario, exactamente mi 31 Mesario, que se dice pronto. La verdad es que a partir del decimotercero,  lo de las rosas no lo sigo, mas que nada por motivos económicos.

    Eso si, siempre hay algún detalle y como cotilleo os diré que hoy la he regalado la primera parte del libro de Stephen King " La Cúpula", ya que siguió la serie muy interesada y le ha encantado. A mi me ha regalado una caja de bombones Belgas que son una delicia para el gusto y para la vista. 

       Hasta aqui mi primer articulo, que tampoco quiero ser muy pesado y se como andamos todos de tiempo como para andar leyendo las aventuras y desventuras de este pobre diablo.

      Espero que os haya gustado y ya me diréis algo. Un besito para ellas y un Abrazo para ellos, aunque ya se de antemano que me van a leer mas ellas que ellos. Y es que los hombres somos de otra manera, no peor o mejor, sino distintos.