El día de ayer en Washington vivió un momento tenso cuando los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado se encontraban en medio de la certificación del triunfo electoral de Biden cuando varios grupos de manifestantes asaltaron el Capitolio donde tomaron las oficinas, obligando a los legisladores a evacuar. Todo el caos provocó un saldo de 4 fallecidos y hasta ahora 52 detenidos.

Uno de los fallecidos era una mujer que recibió un disparo de un agente de la policía del Capitolio, que protegía el hemiciclo. La mujer fue identificada como Ashli Babbit, vecina de San Diego (California), era una veterana de la Fuerza Aérea y presentaba una fuerte hemorragia ocasionada por un disparo en el cuello.

Los otros tres habrían fallecido como consecuencia de "urgencias médicas" que sufrieron en las instalaciones del Capitolio, pero aún están sin identificar.

Robert Conte, Jefe de la Policía Metropolitana, no dio muchos detalles. También comunicó que hay unos 14 agentes de policía heridos durante los disturbios en el Capitolio y dos se encuentran en estado grave. No es la primera vez que el Capitolio se ha visto amenazado, en el 2001 fue blanco fracasado de los atentados del 11 de septiembre.

Querían evitar la ratificación de Biden

Una vez que los manifestantes invadieron los alrededores del Capitolio, traspasaron violentamente la barrera policial y lograron ingresar a través de las ventanas, tomando un control temporal del Capitolio.

Esto se hizo para evitar que Joe Biden se rectificara como presidente de los Estados Unidos a raíz de las declaraciones de Donald Trump que ha afirmado que sufrió un fraude electoral.

El Capitolio de EEUU pudo ser despejado tres horas después del inicio del asalto, esto se logró con el uso de gases irritantes y de aturdimiento (que al caer desprenden flashes muy brillantes para desorientar a las personas) por parte de la policía con el fin de expulsar a los asaltantes.

Las declaraciones de Donald Trump

Trump había pedido a sus aliados a interferir en el proceso de ratificación de las elecciones presidenciales, y culpó al vicepresidente, Mike Pence como el responsable de estos hechos, pues le pidió a su vicepresidente que rechazara la victoria del demócrata Joe Biden. Pence se había negado puesto que había dicho que era su deber apoyar y defender la Constitución.

Pese a que durante el asalto Trump siguió tuiteando justificando la actitud de sus seguidores, más tarde, se dirigió a ellos para pedir paz y apoyaran a la Policía del Capitolio y a las fuerzas de seguridad. Mike Pence también declaró sobre los eventos ocurridos, señalando que tanto la violencia como y la destrucción debían acabar, y que todos los que todos los involucrados iban a ser procesados con todo el peso de la ley.