Estados Unidos vive unas horas de tranquilidad después del caos político que atravesó en los últimos días. Tras unas largas horas, el Congreso estadounidense ratificó la victoria de Biden como presidente, lo que significó un freno no solamente en las urnas, sino también institucional, para las aspiraciones de Donald Trump.
En la madrugada del jueves la noticia de la ratificación de Joe Biden como Presidente de Estados Unidos, comenzó a circular entre la prensa y de manera muy rápida por las redes sociales. La política norteamericana sufrió un duro revés a la democracia durante el miércoles, cuando un grupo de seguidores del ex presidente republicano Donal Trump irrumpieran en el Capitolio de manera súbita y violenta, impulsados por la acusación de supuesto fraude electoral llevado adelante por el actual Presidente, hecho que obligó a suspender la sesión.
Resolución política
Para poder contener al grupo de personas pro Donald Trump que ingresaron al Capitolio, se ordenó la intervención de la Guardia Nacional. Cuando la violencia pudo contenerse, para poder cumplir el acto democrático, y la reunión continuó durante la madrugada, cuando pasadas las 3 y media de la madrugada del jueves, el vicepresidente Mike Pence, declaró como legítimo vencedor en las urnas a Joe Biden.
Tras confirmarse la victoria del actual Presidente, la respuesta de Trump no tardó en aparecer, aunque esta vez, sorprendió al mundo político al comunicar que se compromete a una ordenada transición de poderes, programada para el próximo 20 de enero. Será a partir de la cual Biden podrá de manera firme ejercer el cargo para el que ha sido electo.
Además, la investidura que le espera no puede ser con más consenso, ya que cuenta con el control de los demócratas en la Casa Blanca, el Senado, y la Cámara de Representantes.
La vida política estadounidense por venir
Joe Biden ha conseguido algo muy necesario desde que fue electo: contar con el compromiso de Trump para un traspaso legítimo del poder y de manera ordenada.
Los próximos meses deberá enfocar la política al calmar tensiones y disminuir la grieta social. La política norteamericana deberá intentar dar otra imagen al mundo, ya que tras los hechos ocurridos en los últimos días, el repudio de las autoridades políticas y gran parte de la sociedad a lo largo del mundo es contundente.
Estados Unidos se ha visto sorprendido por acontecimientos que parecían vivir solamente en los libros de historia.
El último hecho registrado de un ingreso caótico de un grupo de personas al Capitolio fue en 1954, cuando un grupo de portorriqueños nacionalistas hirieron a varios congresistas tras disparar en la Cámara de Representantes.