El relevo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos cada vez está más cerca. El 20 de enero se hará oficial el traspaso de poderes y Joe Biden será oficialmente el 46º presidente de Estados Unidos. Tras el acto, Biden será el nuevo ocupante de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. A raíz de esto, los Trump, lógicamente, deberán abandonar la que hasta ahora ha sido su residencia habitual y ya han iniciado la mudanza para dejar la Casa Blanca. En las últimas horas se han podido ver operarios de una empresa de traslados descargando un sinfín de cajas para recoger los objetos del hasta ahora presidente estadounidense y su familia.
Donald Trump volverá a una de sus mansiones en Florida
El futuro ex presidente tiene previsto volver a una de sus mansiones en Florida, previo paso por la Blair House, una casa destinada a acoger las visitas de Estado, según ha informado el Departamento de Estado norteamericano, donde pasará la noche del 19 de enero, con todos sus objetos personales ya empaquetados en cientos de cajas.
Parece que al magnate americano se le acumulan los problemas y es que Trump se ha visto sometido a un segundo impeachment, acusado de ser el instigador del famoso asalto al Capitolio por una turba de seguidores trumpistas, donde murieron cinco personas, 14 resultaron heridas y hubo más de un centenar de detenidos.
El hecho se produjo poco después de que el presidente alentara a sus seguidores frente a la Casa Blanca aduciendo a las infundadas denuncias de fraude electoral.
Trump, el único presidente en someterse a un segundo 'impeachment'
Este acontecimiento sitúa a Trump como el único presidente en los 231 años de historia de Estados Unidos en enfrentar un segundo juicio político en un mismo período, un final de mandato que pone de relieve la polémica política del presidente Trump.
El único artículo del impeachment acusa al presidente de haber sido el responsable de los disturbios en el Capitolio. Dicha acusación será remitida al Senado y sus miembros serán los jurados del juicio político que presidirá el presidente del Tribunal Supremo. Aunque el resultado, que no se conocerá hasta después de la toma de posesión de Joe Biden para relevar a Trump, es dudoso, ya se pueden atisbar algunas de las repercusiones políticas.
Hay síntomas de una profunda división en el partido de Trump
Entre las repercusiones políticas se pueden observar síntomas de una profunda división en el partido republicano, y es que hasta 10 miembros del partido más conservador votaron a favor del impeachment contra su propio representante político. Esta ruptura en el partido de Donald Trump conlleva a que los "desleales" al todavía presidente se hagan recurrentemente la misma pregunta: ¿Sufrirán alguna represalia por haber votado en contra de su presidente?
La división del partido de Trump hace que este segundo juicio político contra el presidente Trump sea el más bipartidista en toda la historia de los Estados Unidos y es que, a diferencia del último impeachment contra Trump, este sí ha contado con un mayor apoyo de ambos partidos políticos.
Incluso el congresista Kevin McCarthy, el republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes acusó a Trump, durante un discurso, de ser parcialmente responsable del ya histórico asalto al Capitolio. Este hecho implica que este segundo juicio sea muy diferente a la primera vez que se imputó a Donald Trump, donde los votos coincidieron con la pertenencia al partido y el presidente no fue condenado.
Los demócratas preocupados por la seguridad
Autoridades del Servicio Secreto y de la Oficina Federal de Investigación informaron al futuro presidente Joe Biden de su preocupación en cuanto a seguridad se refiere por la posibilidad de un nuevo ataque durante la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense.
Al parecer, hay una gran preocupación por la posibilidad de otro asalto. Según la congresista Ayanna Pressley, pudo observar cómo los manifestantes arrancaron los botones de emergencia de su despacho durante el ataque.