El pasado viernes, un fuerte terremoto con epicentro en el mar Egeo sacudió a Turquía y Grecia causando colapsos de edificios e inundaciones, según indicaron las autoridades de ambos países. El día de hoy se han confirmado más de 90 muertes y casi 1000 heridos.

Turquía y Grecia sacudidas por un terremoto de 6,9

Según el Instituto de Investigación sobre Terremotos de Kandilli, en Estambul, el terremoto tuvo una magnitud de 6,9 en la escala de Ritcher. De manera similar, la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) dijo que la magnitud fue de 6,6.

El movimiento se produjo a las 2:15 de la tarde del viernes, hora local de Turquía, y tuvo su epicentro en el mar Egeo, al noreste de la isla griega de Samos.

El director del Instituto de Investigación de Terremotos y Observatorio Kandilli de Estambul, Haluk Ozener, dijo en un comunicado que el terremoto sacudió tanto a Grecia como a Turquía. A esta última, en las regiones aledañas al mar Egeo y Mármara, incluida la capital Estambul.

Por su parte, el sismólogo griego Akis Tselentis, dijo a la emisora estatal griega ERT que, como es común en este tipo de eventos, es probable que haya réplicas. El epicentro identificado tiene poca profundidad (aproximadamente 10 kilómetros, según informes de los expertos), por lo que es lógico esperar réplicas fuertes durante varias semanas.

Esmirna, la ciudad más afectada de Turquía

El gobernador de Estambul dijo que, hasta el momento, no había informes de daños dentro de la ciudad. Sin embargo, el terremoto tuvo mayor impacto en el distrito de Seferihisar, al sur de Esmirna, una ciudad al oeste de Turquía y la tercera más grande, dejándola como la más afectada.

El día del telúrico, el gobernador Yavuz Selim Kosger informó que habían logrado rescatar, al menos, 70 personas de los edificios sacudidos por el terremoto. Actualmente, la cifra asciende a 104 rescates y más de 20 edificios colapsados. Entre ellos, una niña de 3 años que pasó 65 horas bajo los escombros. Se sabe de otros que sufrieron daños menores, pero aún las autoridades no han ofrecido nuevas cifras.

Distanciamiento social en medio de la emergencia

El evento telúrico también dio lugar a inundaciones en el distrito de Seferihisar, razón por la cual las autoridades han instado a la población a mantenerse alejada de los edificios. Sin embargo, esto ha dificultado el movimiento de los vehículos y ha causado congestión del tráfico.

La medida va totalmente en contra de las recomendaciones actuales por la pandemia, pero obedece a una situación de riesgo inmediato ante la amenaza de réplicas. Aun así, el alcalde de Esmirna, Tunc Soyer, recomendó a los residentes mantener el distanciamiento social en las calles y usar mascarillas para reducir la propagación del coronavirus.

Inundaciones en la isla griega de Samos

El pequeño tsunami también afectó a Samos, donde el agua de mar terminó por cubrir las calles de Vathi, la ciudad principal. El riesgo es similar a los de la costa turca, por lo que las autoridades griegas instan a las personas a mantenerse lejos de la costa y de los edificios que han sufrido daños.

Dos de las 91 muertes confirmadas entre los dos países corresponden a dos adolescentes que fueron golpeados por una pared que se derrumbó durante el evento y una a una anciana que murió ahogada durante el pequeño tsunami. Mientras que, al menos, 19 personas resultaron heridas en la isla. El ministro de protección civil en Grecia, Nikos Hardalias, partió rápidamente con un equipo de búsqueda y rescate y paramédicos para atender la emergencia y actualizar los datos.

El 2020 sigue sorprendiéndonos con eventos desagradables, pero aun así la humanidad no pierde la fe. Incluso este tipo de situaciones pueden servir de motivación para dejar brotar el altruismo y dejar de lado los viejos conflictos. Desastres naturales, como el terremoto que afectó a Turquía y a Grecia, pueden ser un ejemplo de ello.

Hablamos de dos países enemistados que actualmente tienen buques de guerra batallando por conflictos que involucran fronteras marítimas y derechos de exploración de energía. A pesar de ello, funcionarios de ambos Gobiernos han emitido expresiones de solidaridad y deseos de recuperación ante el nuevo desastre que protagonizan.