Al menos 62 muertos y 900 heridos en Turquía tras el seísmo ocurrido el pasado viernes al mediodía en el centro del mar Egeo al noreste de Samos y de una magnitud que oscila entre los 6,6 y 7,0. Recientemente, uno de los equipos de rescate lograron salvar a un señor de 70 años identificado como Ahmet Citim que se encontraba en un edificio derrumbado al oeste de Turquía y fue trasladado a un hospital, tras haber pasado 33 horas atrapado.

Un total de 104 personas han sido rescatadas con vida de los escombros de 17 edificios derruidos en la ciudad.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan prometió que a los damnificados se les otorgara viviendas temporales. A pesar de no haber cifras oficiales, los equipos de rescate estiman que aún faltan por encontrar a 30 personas según lo comentado por el especialista en salvamento Muhammed Zahiroglu a la prensa local. Los equipos de emergencia turcos (AFAD) continúan con sus labores de rescate que ya han sido completadas en 9 edificios. Esmirna (Izmir), la ciudad más afectada por el seísmo, también es la tercera ciudad más grande de Turquía, con 4 millones de habitantes.

Turquía y Grecia ponen en pausa su conflicto

Los países a pesar de estar en medio de un conflicto por los yacimientos de gas en el mediterráneo se han mostrado solidarios.

El primer ministro griego, Kiriakos Mitsotakis dio sus condolencias a Recep Tayyip Erdogan y ofreció ayuda en las labores de rescate. Estados Unidos ha visto con buenos ojos la diplomacia greco-turca del terremoto y ha expresado su disposición a ayudar a los dos países de la OTAN.

El origen del conflicto data de casi 100 años atrás, después la Primera Guerra Mundial, el territorio de Turquía quedó limitado en el Tratado de Lausana, en 1923.

El Estado turco perdió todas las islas del Mar Egeo, que ahora pertenecían a a Grecia. Desde ese conflicto, Atenas y Ankara se disputan la Zona Económica Exclusiva entre las islas griegas y la costa turca.

Terremoto devastador

El terremoto tuvo su origen en una falla de 250 kilómetros frente a la costa de la isla de Samos, Grecia, que atraviesa el mar Egeo que divide Turquía y Grecia.

Luego del terremoto, se dio lugar a cientos de réplicas. El seísmo se llegó a sentir en Estambul, Atenas y otras ciudades cercanas.

Además de los daños ocasionados por el derrumbe de edificios en Esmirna, también se presentó un pequeño tsunami que afectó a la ciudad costera de Seferihisar. El nivel del agua subió repentinamente hasta un metro e inundó un área importante de la zona 44.000 habitantes aproximadamente, esto según una transmisión de la cadena NTV. Sin embargo, los daños no fueron demasiados en comparación con el seísmo y sus respectivas réplicas.